Virgen de los Dolores, una de las imágenes más veneradas en Puebla

Conoce la historia de la Virgen de los Dolores, quien protagoniza el Vía Matris, el recorrido que realizó la virgen desde el Santo Sepulcro, hasta su casa.

Virgen de los Dolores | Agencia Enfoque
Rafael González
Puebla /

Si bien la Semana Santa en Puebla gira en torno a la pasión de Cristo, no puede dejarse de lado la participación de la Virgen María en el Viernes de Dolores, previo al Domingo de Ramos y por supuesto durante el Vía Matris.

El viernes anterior a la semana mayor se celebra el Viernes de Dolores, donde se considera a la virgen en sus tribulaciones. Ese día, los católicos expresan su fervor religioso por los ‘Dolores de la Virgen María’ en la semana que precede a la conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo.

Virgen de los Dolores | Andrés Lobato

Ese día está consagrado a la virgen, en recuerdo de los dolores que padeció debido a la crucifixión de Cristo.

Esta festividad se celebra el quinto día de la quinta semana de cuaresma, es decir, el viernes anterior al Domingo de Ramos o viernes de la Semana de Pasión.

Generalmente, el Vía Matris recuerda el recorrido que realizó la Virgen María desde el Santo Sepulcro, hasta su casa. Durante el Vía Matris, la feligresía acompaña a la Virgen María en silencio, en señal de luto.

En torno a las estaciones que lo conforman hay dos versiones. La primera que considera solo siete estaciones y la segunda que contempla 14 estaciones, al igual que el viacrucis.

Es por ello que la capilla de la Virgen de los Dolores, en la ciudad de Puebla, es uno de los sitios más concurridos por la feligresía católica en ocasión de la Semana Santa.

Ello se debe a que representa el pasaje de aflicción de la Virgen María por la pasión de su hijo Jesús.

La capilla de la Virgen de los Dolores está ubicada en el bulevar Héroes del 5 de Mayo y la avenida 14 Oriente, que es parte de la antigua ruta del viacrucis.

Capilla de la Virgen de los Dolores | Andrés Lobato

Cabe mencionar que el Altar de Dolores es una actividad muy arraigada en Puebla y se monta en la Casa de Cultura con motivo de la tradición de la Semana Mayor.

Los elementos que se instalan se hacen en múltiplos de siete, ya que caracterizan los siete dolores que padeció la Virgen María por Cristo.

Este altar cuenta con una combinación de elementos que le dan un carácter altamente simbólico:

  • El color morado: dedicado a la pena y el luto
  • Botellas redondas con agua de colores: simbolizan las lágrimas de la virgen
  • Trigo: representa la eucaristía
  • Palmas: un simbolismo de la gloria de Dios y su hijo
  • Coronas: son la glorificación de la virgen
  • Naranjas amargas: caracterizan el sufrimiento de la virgen
  • Trigo germinado: representa la fertilidad

En Puebla esta tradición fue introducida por los primeros frailes franciscanos y se arraigó en el pueblo al transculturalizarla sobre las propias costumbres precolombinas.

Virgen de Nuestra Señora de la Soledad | Melanie Torres

CHM

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