El albergue del Hospital para el Niño Poblano busca ser ampliado por parte del voluntariado que lo opera, con la finalidad de recibir a más personas y continuar con la ayuda no solo en el alojamiento de familiares de pacientes, sino también en programas como la entrega de medicamentos y prótesis
Lucero Carretero de Archard, presidenta de la organización civil, destacó la labor altruista que desde hace más de 31 años realizan, toda vez que no solamente brindan un techo en donde quedarse, sino que también se apoya en el tema económico y emocional, descartándose que se tenga fines de lucro.
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En este sentido, indicó que busca dignificar las condiciones del lugar, toda vez que este se encuentra cedido al voluntariado bajo la figura de comodato, sin embargo, se busca obtener su propiedad mediante una donación para poder contar con una certeza jurídica y poderlo ampliar.
Esto, al indicar que se cuenta con una alta demanda, toda vez que se tiene una capacidad de 60 camas y se cuenta con una afluencia de entre 80 y 100 personas diarias, además de que se ha incrementado el número de asistentes tras el desalojo del campamento que había a las afueras de la unidad médica.
“No lo queremos para hacer negocio pero si para dignificar esto con certeza jurídica, no tenemos sueldos, pero sí para dignificar esto con certeza jurídica, si construimos y de repente no es nuestro, estaríamos sacrificando apoyando en medicamentos y cirugías”,dijo.
Carretero de Archard destacó los distintos tipos de ayuda que se brindan para las personas que acuden al albergue, ya que se tienen convenios con instituciones médicas para que hagan descuentos a los pacientes del Hospital para el Niño Poblano, además de programas que atienden a pacientes renales.
“Nos dedicamos a apoyar moral, emocional y también económicamente a los familiares y a los niños enfermos, apoyamos también con estudios de laboratorio, de gabinete, medicamentos, ninguna voluntaria recibe un centavo de sueldo”, mencionó.
Campamento generaba un riesgo
Por su parte, Martha Elisa Canto, vicepresidenta de la organización, aseguró que acudir al inmueble es una mejor opción que dormir en la calle, en relación al campamento que fue desalojado de la banqueta del nosocomio el pasado 9 de julio.
“Este es un lugar donde se les apoya, se les atiende, se satisfacen las necesidades, en la calle están más incómodos, está más sucio, hemos visto que vienen familias completas y que están afuera esperando noticias de su paciente”, dijo.
En este sentido, indicó que existe una gran desinformación sobre la forma en la que funciona el inmueble, ya que aunque se pide una cooperación de 20 pesos, con ello, se les da alimentos, baños y una cama a quienes acuden al lugar.
De igual manera, se cuenta con el apoyo de los propios padres de familia, quienes ayudan en actividades de limpieza y ordenamiento del área de dormitorios, sin que sean obligados a trabajar.
AAC