Xantolo y Día de Muertos no deben confundirse según historiadores

Señalan que pudo ser una fusión de creencias que trajeron los españoles. Sim embargo ya se daba en la huasteca, la tradición de día de muertos antes de la conquista.

Xantolo y Día de Muertos no deben confundirse señalan historiadores.
Aristeo Abundis
Pánuco /

De acuerdo a las tradiciones culturales que en la Huasteca se conoce como Dia de Muertos y que, de acuerdo a los historiadores no se debe confundir con los festejos de Xantolo. 

Existe una especie de prontuario para el ritual de la colocación del altar, las veladoras y las ofrendas, estableciéndose que esta tradición es la mas apegada al esquema prehispánico simplemente como día de muertos, ya que, aunque Xantolo es una voz náhuatl su significado proviene del sincretismo en la fusión de las creencias y se refiere a “Santos todos”. 


Esta sola definición habla de que debió haber sido la fusión de creencias pues los españoles trajeron el catolicismo y el concepto de santos, pero ya se daba en la huasteca, la tradición de día de muertos antes de la conquista. 

Tradición por días

Día 28

En algunos casos se inicia con la colocación de la primera ofrenda el día 28 de octubre, para ese día ya debe estar colocado el altar elaborado a base de estribillo, palmilla o algunas otras ramas de diversos arbustos, la decoración lleva ineludiblemente a la flor de cempasúchil, que también es conocida como rosa de muertos, este día se coloca una veladora, una flor blanca en medio del altar, lo que servirá una vez encendida para recibir a las almas o animas solas, que según la creencias vienen aunque no tengan a quien acompañar.



Día 29 y 30 

El 29 de octubre, se enciende otra veladora, se coloca un vaso de agua de acuerdo a esta misma tradición y se dedica a los difuntos desamparados, olvidados o en algunos casos, que se fueron sin conciliar diferencias con sus familiares. Para el treinta de octubre se coloca la tercera vela detalla la tradición popular, se coloca un vaso de agua, una pieza de pan blanco o sin dulce y se dedica a ellos quienes se fueron sin comer o murieron en un accidente.




Día 31 y 1 de Noviembre

El 31 de octubre, ya con los ingredientes anteriores, se enciende una veladora más, más pan blanco y ahí se agregan las frutas, tanto en la mesa central como a manera de adorno en torno al altar, todo esto dedicado a los ancestros cercanos, principalmente abuelos y bisabuelos.

El día uno de noviembre es el día dedicado a todos los santos, es el día que llegan las almas que fallecieron siendo niños y en este día, se empieza a colocar la comida colocada ex profeso, principalmente tamales, atole, dulces, pan y en la misma creencia se agrega alguna comida que pudieran pensar, sería del gusto de las almas que llegan. 



Día 2 y 3 

El día dos de noviembre, puede considerarse como el día general de festejo, es la llegada considerada de los fieles difuntos, estas almas llegan a recoger la ofrenda que sus familias colocan en donde si se agregan otros ingredientes como vinos, licores, tabaco, café y comidas diversas que se supone le gustaban en vida a los ahora fallecidos, en esta situación, se considera el día más grande del ritual o festejo.

El día tres de noviembre, se enciende una última veladora blanca, se hace ritual de despedida de las almas que tendrán que irse para ser autorizadas a regresar el año siguiente, se retira la ofrenda y, aunque no en todos los casos ni todas las regiones, se dejan las veladoras encendidas y opcionalmente la fotografía de cada ser querido y en todos los casos, la tradición supone que la luz de las veladoras los guiará de regreso y también en algunos casos, el altar continua hasta el último día del mes. 



Esta tradición es prácticamente de dominio público, el sustento está solo en la creencia, no hay un manual o un referente escrito de la forma de celebrar los llamados días de muertos que tenga la certeza de haber sido redactado a manera de reglas de colocación.


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