Enclavado en la Sierra Nororiental de Puebla, el municipio de Xochiapulco conmemora cada 4 de agosto la Quema Heroica de la Villa, hecho en el que los habitantes decidieron prender fuego a sus propias viviendas antes de permitir la invasión del ejército austrohúngaro en 1865.
El evento fue recreado este miércoles por vecinos del lugar y las autoridades del ayuntamiento, encabezadas por la alcaldesa, Marlit Moreno Álvarez, en la Plaza Cívica, donde anunciaron que solicitarán que esta fecha se incluya dentro del calendario de conmemoraciones de la entidad.
Los lugareños, ataviados con trajes regionales y del ejército xochiapulca, encendieron cuatro casas improvisadas fabricadas con carrizo, madera de tejamaní y paja, en señal de defensa de su territorio. Además, bailaron El Maxóchitl en señal de triunfo.
Erasto Pérez Bedolla, director de Cultura en la Villa del 5 de Mayo, la cual se ubica en un relieve accidentado dentro de las frías elevaciones del norte del estado, explica que suman 15 años cumpliendo la ceremonia de recreación de esta gesta. Precisa que durante la conmemoración del centenario de la Batalla del 5 de mayo de 1862 cuando se montó por primera ocasión. “Formalmente fue hasta 2006 cuando se determina recrearla ya por acuerdo del Cabildo y con la inauguración del museo General Juan Francisco Lucas, ya por decreto municipal se determina que este festejo se lleve a cabo año con año”. Según la historia, después de la citada refriega de 1862, la Sierra Nororiental era una de las mayores preocupaciones del imperio francés que pretendía acabar con el grupo de soldados serranos, emanados de esta zona, quienes les habían enfrentado.
“Después de la Batalla del 5 de Mayo, el reacomodo de las fuerzas de Maximiliano (de Habsburgo) solicitan el apoyo a Austria y Hungría de cubrir su guardia; sin embargo, cuando hacen su arribo estas tropas a tierras mexicanas, este encargo ya había sido cubierto por las tropas francesas establecidas en México; en ese sentido, la misión por la que habían venido se modifica y ahora se les hace el encargo de acabar con las fuerzas de los tres juanes de la sierra”.
Añade que el objetivo de los europeos era terminar con los xochiapulcas y su líder, ya que esta era la plaza más importante de los tres juanes dadas las condiciones geográficas; además de “que les daba el impulso de valentía”.
Resaltar que la población se encuentra ubicada dentro de un cerro llamado Tepetone, el cual se extiende a lo largo de no más de cuatro kilómetros, lo que permite suponer que les facilita a los xochiapulcas vigilar a los europeos para posteriormente atacarlos y vencerlos. Da a conocer que la denominada Sexta Compañía “Única” de la Guardia Nacional de la Municipalidad de Xochiapulco, capitaneada por Juan Francisco Lucas y como segundo en Jefe por el Capitán José Gabriel Valencia en la memorable Batalla del 5 de mayo de 1862, estaba compuesta por los 26 hombres que aparecen el registro y por más de 400 que están inscritos en el protocolo.
“¿Qué es el protoloco? Es el libro de registro donde el general Juan Francisco Lucas, en 1878, hace entrega de las tierras a sus soldados e incluso, lo que más nos llama la atención es que no solo les entrega tierras a sus soldados sino que en caso de que hubiera caído en el campo de batalla ahí mismo se establece cómo se lo entrega a sus deudos”.
Indica que ese mismo registro les permite conocer que fueron más de 300 las chozas que se perdieron consumidas por el fuego el 4 de agosto de 1865. Cuenta que en marzo de ese año, el ejército austrohúngaro había intentado la toma de Xochiapulco sin conseguirlo.
Previo a este evento, las autoridades del lugar develaron un busto en la localidad de Cuatecomaco en memoria de un soldado, quien después se desempeñó como profesor de educación primaria y que participara en las citada gesta heroica.
AFM