Xochimehuacan, historia de invasiones irregulares en 40 años

En la década de los años ochenta, los terrenos que están ligados con ductos comenzaron a ser invadidos por más de mil familias.

Xochimehuacan, historia de invasiones irregulares | Melanie Torres
Jaime Zambrano
Puebla. /

La historia reciente de San Pablo Xochimehuacan, población en la que se presentó una explosión por una toma clandestina a ductos de gas Licuado de Petróleo (LP) el 31 de octubre, está relacionada con invasiones irregulares de pobladores en una extensión de 43 hectáreas.

De acuerdo con el análisis del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim), a partir de la década de los 80 del siglo pasado, los terrenos de la junta auxiliar ubicada al norte de la capital que convive con ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), comenzaron a ser invadidos por más de mil familias.

Actualmente, la población de San Pablo Xochimehuacan es de más de 65 mil habitantes, quienes conviven, no solo con tomas clandestinas, sino áreas industriales y el paso de pipas y tractocamiones que transportan productos para diferentes fábricas.

El análisis del Igavim destaca que en 1963 fueron expropiadas 280 hectáreas del ejido de San Pablo Xochimehuacan por causas de utilidad pública. Cuatro años más tarde, un grupo de empresarios constituidos en una sociedad, Industrias Unidas de Puebla, comenzó con el proyecto para la creación de un fraccionamiento industrial. En 1971, el gobierno volvió a comprar el terreno con el objetivo de urbanizarlo.

Para 1983 ya operaba en la zona el Parque 5 de Mayo y otras partes del terreno fueron ocupadas para distintos fines. Una fracción situada a las orillas de la autopista México-Puebla se vendió a empresas de la construcción; y alrededor de 80 hectáreas quedaron dentro de un litigio entre el Fondo de Fomento Ejidal para la restitución del terreno ya que su uso no correspondía al decreto de expropiación, destaca el análisis del Igavim.

“Después de varias negociaciones, la mitad del terreno fue recuperado por el Fondo de Fomento Ejidal y la otra parte fue puesta en venta, repartiéndose la ganancia obtenida entre el Fondo y el fraccionador. Otro lote de la expropiación del ejido de San Pablo Xochimehuacan, situado frente al parque industrial se utilizó para la construcción de la Central de Abasto, a pesar de la oposición de los ejidatarios, quienes seguían cultivando de la tierra”, cita el análisis.

En tanto, 43 hectáreas que estaban abandonadas fueron invadidas por familias; mientras que en 1981, el gobierno del estado puso en marcha el proyecto de creación del Parque Industrial Puebla 2000.

El Igavim resalta que en gran parte de San Pablo Xohimehuacan se encuentra concentrada la industria; además, operan ductos de Pemex que carecen de la seguridad necesaria y solo hay una vialidad principal que complica las labores de desalojo en caso de una emergencia. El instituto resalta que la mancha urbana ya superó a la instalación de ductos y el mayor problema es que no está definido el riesgo ni el peligro ante las instalaciones de Pemex.

“No se tiene definido el riesgo y el peligro de manera específica sobre los ductos que cruzan el municipio de Puebla en el Atlas de Riesgo y en el Programa Municipal de Desarrollo Urbano. Solo se incluye un radio de influencia para el establecimiento de estaciones de servicio de gas LP y de gasolinerías de 500 metros o menos en caso de justificarse”, añade el análisis.

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