Zapotitlán Salinas, el "oro blanco" escondido en Puebla

Pozos milenarios permiten al municipio poblano ser uno de los principales exportadores de sal en la región.

Zapotitlán Salinas, principal productor de sal en Puebla | Melanie Torres
Carlos Morales
Puebla /

Puebla no tiene mar, pero ese no es un impedimento para que en la Sierra Negra exista un municipio que está apostando por el agro-ecoturismo al ser parte de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán; sin embargo, en sus entrañas también esconde otro secreto que es irrepetible en algún otro lugar del estado.

A 25 kilómetros al sur de Tehuacán, Zapotitlán Salinas es una de las 217 demarcaciones del estado. Pese a su ubicación geográfica, en la que predominan los paisajes secos y áridos, su historia comienza miles de millones de años atrás, cuando estaba sumergida en el mar y era un lazo natural entre lo que hoy se conoce como el Golfo de México, en el Océano Atlántico, y el Itsmo de Tehuantepec, en el Océano Pacífico.

Esa circunstancia es lo que hoy día le permite a Zapotitlán Salinas aspirar a convertirse en uno de los principales municipios con vocación turística en la región sur de Puebla, no solo por lo amplío de su ecosistema natural, sino también porque los sedimentos incrustados en su suelo y subsuelo lo hacen el principal productor de sal en la región.

Mediante un recorrido organizado por la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) estatal, MILENIO Puebla pudo recorrer las salinas de una cooperativa en la que sus 19 integrantes están produciendo en conjunto para formar su propia empresa de sal: "Oro Blanco".


De acuerdo con Rey David Barragán Huerta, uno de los integrantes de esta asociación, la producción de sal en su familia es una tradición que se ha transmitido de generación en generación; en su caso, la cuarta, pero espera preservar su oficio al enseñarlo y compartirlo a sus hijos, y ellos hacia los suyos.

"Seguimos preservando esta tradición que viene de la cultura popoloca y formamos una cooperativa de sal prehispánica [...] Queremos que conozcan nuestro trabajo, nuestra cultura, nuestro producto es cien por ciento natural y ya con los análisis de la UTT (Universidad Tecnológica de Tehuacán) nos arrojan que es una sal baja en sodio y muy rica en minerales".

Él explicó que la tecnificación para la producción masiva de la sal la aprendieron cuando los españoles se asentaron en la región, hacia mediados del siglo XVI, no obstante, los primeros popolocas ya ofrecían el mineral como tributo a los mexicas para evitar guerras, invasiones o exterminios.

Y es que aunque Zapotitlán Salinas es un lugar que en su historia más reciente es completamente seco, la astucia de sus pobladores les permitió concentrar el agua que baja de los cerros cuando llueve mediante pozos rústicos de piedra, los cuales se dejan a raz de tierra para evitar que el agua se consuma por la evaporación.

Es así que pese a la escasez de agua, los productores de sal tienen suficientes recursos para producirla mediante las celdas de cemento que construyeron décadas atrás, para que con los cuidados y el proceso correspondiente, que suele durar hasta dos meses, ésta pueda ser recabada en pequeñas "cuevas" para que se seque; posteriormente, está lista para echarla en costales y se convierta en el principal sustento económico de decenas de familias en Zapotitlán Salinas.

AFM

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