Legalización de la mariguana no frena la venta clandestina

Mercado en auge. Ni con la armonización legislativa se frena el consumo de compra ilegal o en redes sociales en el país

Marcha en Pachuca por la legalización de la mariguana. (Jorge Sánchez)
Pachuca /

Los pequeños productores de mariguana, así como los vendedores a menudeo que actualmente distribuyen productos con tetrahidrocannabinol (THC), psicoactivo del cannabis, deberán esperar para poder comercializar de forma legal sus productos, pues de momento no se tiene planteado permitir esta actividad.

La cannabis, mariguana, mota, o cualquier nombre que reciba, es una planta que contiene un psicoactivo que brinda distintas sensaciones a quien lo consume, así como también el cannabidiol, que es más de uso medicinal y depende del tipo de especie que se consuma.

Ya sea sativa, la cual produce un efecto de euforia y de mayor interacción, la percepción se acentúa, disfrutando más los colores y sonidos, estimulando la creatividad y el pensamiento.

O bien, la índica produce un efecto muy relajante a nivel físico y mental, a diferencia del estimulante efecto de la primera.

En México los distribuidores (dealers) que ofertan mariguana, difícilmente especifican qué tipo de planta están vendiendo, pero algunos conocedores, tanto consumidores como proveedores, saben de la diferencia y los efectos de las mismas, de ahí deriva su costo, el modo de venta, y la cantidad es limitada por el cliente.

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Venta clandestina

La comercialización de este producto, como en el caso del tabaco es por gramo, dependiendo de la variedad de cada planta que se oferta puede varias entre menos de 10 pesos el gramo (desde seis pesos), hasta poder llegar a más de 100 pesos por gramo, de igual forma la venta generalmente se efectúa en onzas (medida inglesa que corresponde a 28.35 gramos), de ahí se puede vender por media onza, un cuarto o un octavo, así como también se puede comprar por gramos.

Es decir, que se puede adquirir, por ejemplo, 100 gramos de una variedad de cannabis que podría ascender desde los 600 hasta los 10 mil pesos.

Todos estos precios y formas de venta pretenden ser regulados por el Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis (IMRCC) una vez que sea creado y que establezca las formas en las que podrá ser comercializada esta planta, que es utilizada tanto para la recreación como para aplicaciones médicas.

De manera clandestina ofrecen la mariguana y algunos de sus derivados en redes sociales, como grupos de Facebook en ciudades de México o grupos de Whatsapp, que van desde el círculo social o bien por contactos entre conocidos y fumadores.

Las presentaciones de productos derivados, por solo mencionar algunas, son aceite de cannabidiol, así como la planta seca que se vende por gramo y tiene diversas variantes: “skunk” (apestosa) que como su nombre lo dice se caracteriza por su fuerte olor; “kush”, que se distingue por la forma de sus frutos secos y sus colores, además de que tiene una amplia gama de variedades que incluyen híbridos de mango; además de decenas de nombres como “viuda blanca” o “super lemon haze”, que son en su mayoría de variedad de cannabis sativa con toques de limón.

Falta revisar más la ley

El senador Julio Menchaca Salazar, presidente de la Comisión de Justicia y uno de los impulsores de la legalización desde la vía jurídica, reconoce que la despenalización de la mariguana es un avance en derechos humanos, pero la ley debe mejorarse y revisarse para poder transitar a un escenario donde se oferte a la población como se hace actualmente con el tabaco o el alcohol.

“La prohibición no ha traído mas que violencia, sangre, corrupción y delincuencia organizada en las ultimas décadas; pero, el THC y el cannabidiol ofrece otro tipo de complicación en regularlo al igual que el alcohol y el tabaco, pues debe advertirse que sólo se puede consumir en el uso adulto, mayores de 18 años, como lo marca la Ley, además de informar que su uso puede generar un daño en el cuerpo y la salud, pero las personas como lo expuso la Suprema Corte tienen el derecho al libre desarrollo de la personalidad y debe anteponerse como un derecho humano y si lo consumen es bajo su responsabilidad”, apuntó.

Aseguró que de ninguna manera se pretende que el Estado sea promotor del consumo de la marihuana, sino que se trata de regularla y de generar políticas públicas para advertir, brindar información suficiente para conocer los daños que puede generar y con ello transitar a un modelo en el que se permita su comercialización como ya se hace en otros países.

La regulación

Para aquellas personas que actualmente se dedican a la cosecha y distribución de manera ilegal en el país de este producto, adelantó Menchaca Salazar, se pretende brindar apoyo para que lo hagan dentro de la legislación, pero será un tema que tarde un poco más de tiempo, pues aunque en el documento emitido por el Senado establece que será posible la venta del cannabis y sus derivados para uso adulto en México, la misma deberá realizarse en establecimientos autorizados por el Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis (IMRCC), el cual aún no existe.

“Tiene beneficios, pero, tanto así como para empaquetar y distribuir no, primero se necesita la creación del instituto, un órgano público desconcentrado para emitir el reglamento y es todo un proceso que aún debe desahogarse”, reiteró.

  • Teodoro Santos

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