En el marco del “Plan de Justicia para Cananea”, autoridades de salud confirmaron la presencia de metales pesados en pobladores afectados por el derrame de metales pesados que provocó Buenavista del Cobre en 2014, en los municipios de Arizpe, Banámichi, Huépac, San Felipe, Aconchi, Baviácora, Ures y Hermosillo rural; mientras que el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) estimó que las pérdidas económicas por el derrame ascienden a 4 mil millones de pesos.
Los Comités de Cuenca del Río Sonora (CCRS) recibieron el pasado 8 de abril, los resultados de sus análisis de salud por parte del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) y la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Sonora (Coesprisson): les informaron que existe una exposición homogénea y constante a plomo en más del 95 por ciento de la población, a arsénico en más del 50 por ciento, y en cadmio en más del 79 por ciento.
Añadieron que hay que agregar los porcentajes de población en donde se detectó “Alto Riesgo” y “Muy Alto Riesgo”, que van del 1 al 10 por ciento en cada municipio. En sangre se reportó exposición positiva y elevada a plomo en porcentajes que van del 58 al 90 por ciento de la población, exposición a cadmio en porcentajes del 17 al 59 por ciento, y manganeso entre 18 y 50 por ciento.
“De acuerdo con las autoridades presentes, la presencia de plomo en orina y sangre indican una exposición reciente y crónica, respectivamente, a este contaminante, lo cual deja en evidencia que la contaminación de nuestra agua continúa hasta ahora. En los días siguientes a esta reunión, la Cenaprece organizó jornadas para la entrega de resultados individuales a las personas que participaron en el muestreo. Los resultados fueron alarmantes y confirman lo que desde hace casi 8 años hemos dicho: ¡Vivimos, comemos, y respiramos en un medio ambiente contaminado que pone en riesgo las vidas de nuestras familias!”, indicaron.
La Secretaría de Salud se comprometió a trabajar una propuesta intersectorial para responder a la problemática del Río Sonora, e integrar las opiniones y exigencias de los CCRS y de la población.
“Esperamos que en este espacio las autoridades sanitarias detallen por cuánto tiempo estarán operando los servicios de salud para atender la problemática del río Sonora, así como el plan específico a corto, mediano y largo plazo. Asimismo, buscamos que se aborden las modalidades de atención gratuitas que podrán asegurar el monitoreo constante de todas y todos los afectados”.
Contaminación ambiental
El INECC midió valores de metales y metaloides en 14 comunidades a lo largo de la cuenca, incluyendo a Cananea. En el aire de Bacoachi se encontraron altos valores de mercurio durante el mes de febrero. La exposición crónica al mercurio puede causar severos daños a la salud; es sensible a la temperatura y sus valores se elevan con el calor, por lo que en los meses de verano la concentración de mercurio en el aire es mayor.
La concentración de aluminio en el suelo se ha transformado a lo largo del tiempo debido al cambio de pH (acidez) en la zona. El aluminio es uno de los elementos más tóxicos encontrados en el suelo; este no se presenta en la zona de forma natural, por lo tanto y según lo declarado por las mismas autoridades, es consecuencia de la explotación minera y sus filtraciones al entorno de la cuenca.
Se realizó un muestreo de insectos como indicadores de la contaminación ambiental y se reportó que debido a que la minería aumenta la presencia de metales como el aluminio, el manganeso, el cobalto y el niquel, esta ha reducido la diversidad de especies. Esta alteración afecta principalmente a los cultivos ya que los hace más propensos a plagas y afecta la polinización.
También se presentó un informe económico, donde el INECC calcula alrededor de 4 mil millones de pesos de afectación económica en la región para el 2022, casi mil millones de pesos más de lo estimado en 2014. Próximamente habrá informe completo de perdidas en agricultura y ganadería.
Plantas potabilizadoras
Dando seguimiento a nuestras observaciones y con base en los diagnósticos elaborados por técnicos especializados en agua, el IMTA presentó el presupuesto necesario para la rehabilitación, operación y mantenimiento de las seis plantas potabilizadoras (Bacanuchi, Banámichi, San Felipe de Jesús, La Capilla, Mazocahui, San Rafael) que se encuentran en el río Sonora, de las cuales apenas dos funcionan de manera intermitente.
“En reuniones anteriores nos hemos posicionado en contra de que las cuatro plantas móviles -Arizpe, Huépac, Aconchi, Baviácora- sean utilizadas; esto se debe a que las experiencias previas sobre su operación han demostrado que no es suficiente para abastecer a una población, mucho menos para garantizar el Derecho Humano al agua en la cuenca. Ante esto, las autoridades mencionaron que las plantas móviles serían sustituidas”.
Los CCRS destacaron que 10 plantas potabilizadoras no son suficientes para toda la cuenca, como lo demostró la información presentada por autoridades debido a la extensión del derrame. Muchas de las poblaciones en donde se detectaron metales pesados en el agua no tienen potabilizadora, ni se les consideró al instalarlas en años anteriores. Las poblaciones rurales de Hermosillo han sido ignoradas y son igual de prioritarias que los pueblos de la cuenca media y alta.
ledz