Muñoz Ledo renuncia al liderazgo en San Lázaro

Cede a la presión. El morenista anunció ayer su retiro para propiciar entendimientos; todas las bancadas lo aplaudieron.

Dio la última campanada. (Héctor Téllez)
Fernando Damián y Elia Castillo
Ciudad de México /

Porfirio Muñoz Ledo anunció su retiro de la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados con el fin de propiciar los entendimientos y evitar una crisis constitucional derivada de la intención de Morena de reformar la Ley Orgánica del Congreso General para permanecer al frente del órgano legislativo seis meses más.

La separación de Muñoz Ledo dejó en suspenso la sesión ordinaria y, tras un breve receso, fue citada hasta hoy a las 11 horas para continuar el debate de la propuesta de Morena.

Entre gritos de ¡Porfirio, Porfirio, Porfirio! el bloque lopezobradorista y la oposición aplaudieron su decisión, que Muñoz Ledo culminó con la afirmación: “se puede pasar a la historia sin tener poder”.

En una inesperada intervención, Muñoz Ledo sorprendió a sus opositores, los mismos que a lo largo de la sesión gritaban “¡espurio!” una y otra vez y que en la tribuna desplegaron mantas con leyendas: “No al porfiriato” y “Todo por el segundo porfiriato”, en reproche a su permanencia en la presidencia del órgano.

“He escuchado con cuidado a los oradores y he reflexionado, vengo a anunciar mi retiro de la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Agradezco las alusiones a mi persona; he registrado más de 100, unas amables, otras críticas, unas, las menos, injuriosas. Gracias compañeros; sin embargo, han reconocido mi papel en la transición democrática que hoy vengo a refrendar”, señaló, en medio del desorden de la sesión en la que se defendían a gritos las posiciones de cada grupo.

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