La coordinadora del PRD en la Cámara de Diputados, Verónica Juárez Piña, planteó una iniciativa para establecer que el Estado cree espacios de intercambio de opiniones, inquietudes, demandas, peticiones y propuestas de las niñas, niños y adolescentes, a través del uso de las tecnologías de la información y comunicación.
La propuesta busca adicionar el artículo 101 Bis 3 a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, así como garantizar sus derechos a la información y a ejercer la libertad de expresión de sus opiniones e ideas.
La iniciativa, que fue enviada a la Comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia para su análisis, refiere que en México, 53.1 por ciento de las niñas y niños entre seis y 11 años utilizan internet con regularidad, mientras que entre las y los adolescentes de 12 a 17 años la proporción alcanza el 85.5 por ciento, de ahí la importancia de esta reforma.
Asimismo, destacó que la tecnología de la información y comunicación no sólo es usada por este grupo poblacional para asuntos académicos, juego y entretenimiento, sino que es una herramienta muy poderosa para buscar información, desarrollar contenidos y compartirlos con el mundo, contribuyendo a que niñas, niños y adolescentes tengan una participación activa en la sociedad.
También, resaltó que con la aprobación de esta reforma se cumpliría con lo establecido en la Convención de los Derechos del Niño, donde se obliga a los países miembros a alentar los medios de comunicación que difundan información y materiales de interés social y cultural para los menores.
Además, la diputada indicó que se debe ofrecer capacitación y apoyo para que las niñas, niños y adolescentes participen en igualdad de condiciones con los adultos, de forma anónima cuando sea necesario, para que puedan ser defensores efectivos de sus derechos, individualmente y como grupo.
Por último, subrayó que la elaboración de leyes, políticas, programas, servicios y formación sobre los derechos de las niñas, niños y adolescentes, debe contar con su participación, escuchar sus necesidades y conceder la debida importancia a sus opiniones.