El PRI en el Senado presentó la primera iniciativa en el Senado para despenalizar el cultivo, siembra, producción y consumo de amapola con fines medicinales, luego de que el equipo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció que ya dialoga con la ONU para avanzar en la ruta de despenalización.
En tribuna, y con el apoyo del ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el vicecoordinador Manuel Añorve presentó la iniciativa de reformas al Código Penal Federal y a la Ley de Salud.
Añorve destacó que en México el opio es la sustancia natural más efectiva para paliar el dolor y por eso ha sido utilizado por siglos en distintas culturas y ha llegado el momento de cambiar el modelo prohibicionista, para que se use como medicina en enfermos terminales.
“Se calcula que al menos la mitad de personas que mueren anualmente en México lo hacen sin acceso a cuidados paliativos, los que generalmente incluyen el suministro de distintos derivados del opio. Esta situación se debe, en parte, a la sobrerregulación que ha tenido la práctica médica para prescribir estas sustancias, algo que reconocen incluso la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
En México, dijo, la siembra de cultivos ilícitos en México se concentra en Sinaloa, Chihuahua y Durango, así como en Guerrero, cuyo congreso ya presentó al Senado una iniciativa al respecto, además de entidades como Nayarit, Jalisco, Michoacán y Oaxaca.
El priista destacó que entre 2014 y 2015, el área con cultivos de amapola podía llegar hasta 28 mil hectáreas en estos 9 Estados, equivalentes a 28 mil hectáreas de tierra cultivable en México, según un estudio de la ONU.
“Lamentablemente, en nuestro país y en específico en Guerrero, los narcotraficantes han desatando una guerra para controlar los campos de siembra de amapola, volviendo inaccesibles valles montañosos donde se extiende la pobreza y famosos balnearios en algunas de las zonas más sangrientas de México, como se reporta en varias notas periodísticas”, destacó.
La iniciativa propone reformar la Ley de Salud para que se permita la obtención, cultivo, cosecha, producción, elaboración, fabricación, preparación, conservación, mezclado, acondicionamiento, envasado, manipulación, transporte, distribución, almacenamiento y expendio o suministro al público de los productos de la amapola.
Además que se autoricen permisos a los ejidatarios, productores rurales, las sociedades rurales, los pequeños propietarios agrícolas y cualquier otra persona física o moral que aproveche tierras parceladas y agrícolas que participen en el proceso de los medicamentos que contengan estupefacientes y psicotrópicos.
La iniciativa contempla una reforma el artículo 198 del Código Penal Federal para proteger a campesinos que siembre amapola en sus parcelas.
“Al que dedicándose como actividad principal a las labores propias del campo y sin contar con la autorización de la autoridad sanitaria correspondiente, siembre, cultive o coseche plantas de marihuana, amapola, hongos alucinógenos, peyote o cualquier otro vegetal que produzca efectos similares, por cuenta propia, o con financiamiento de terceros, cuando en él concurran escasa instrucción y extrema necesidad económica, se le impondrá prisión de uno a seis años”.
El vicecoordinador urgió al pleno a dar la vuelta en el discurso para proteger a los campesinos y productores agrícolas que tienen su sustento en el cultivo de la amapola.
“Hoy podemos convertir una situación penosa para muchos campesinos en una oportunidad de desarrollo económico para esas comunidades”, destacó desde tribuna, al sostener que con la producción de medicamentos con ese opiáceo también se protegería a los campesinos y productores agrícolas que, actualmente, tienen en el cultivo de la amapola su sustento y su estilo de vida
OVM