El Grupo Parlamentario del PRI en el Senado presentó una iniciativa para reformar el Código Penal Federal en Materia de Corrupción de Menores para ampliar la protección de niños, niñas y adolescentes frente a delitos sexuales.
La senadora Claudia Edith Anaya Mota reconoció que en el pasado se ha legislado para tipificar como delito la trata de personas, la pornografía, el lenocinio, el turismo sexual, violaciones y abusos sexuales de toda índole, pero dijo que se ha dejado de legislar y de discutir la corrupción de menores.
“Este fenómeno afecta a quien no tiene la capacidad de comprender el hecho o de resistirse al mismo, lo que puede considerarse como el primer eslabón en una cadena de delitos de los que será víctima”, añadió.
Claudia Anaya dijo que es importante reformar las definiciones de los tipos penales acorde a la realidad contemporánea; de lo contrario, aseguró, los ministerios públicos y los jueces estarán imposibilitados para identificar, investigar y sancionar las agresiones contra los niños.
Durante la sesión ordinaria, la legisladora advirtió que los factores que han cambiado la manera de concebir, investigar, sancionar y prevenir delitos vienen apegados al surgimiento de las tecnologías de la información y de los cambios sociales producidos por la modernidad, las migraciones y la globalización.
“Las tecnologías de la información y la ausencia de controles parentales y sociales para que niñas y niños puedan utilizar Internet con seguridad son un nuevo paradigma que nos debe convocar como país a reformar no solo nuestros ordenamientos legales, sino a generar políticas públicas de prevención y combate al crimen que permitan proteger a quienes son más vulnerables, como lo son niñas, niños y adolescentes y personas con discapacidad”, añadió.
La legisladora dijo que México es uno de los países que registra altos índices de abuso sexual infantil, contra mujeres y contra un grupo que poco se le presta atención, dada la exclusión social en la que viven: las personas y sobre todo las mujeres con discapacidad intelectual o psicosocial, muchas de ellas recluidas en sus hogares, invisibles ante la sociedad y la autoridad.
OVM