El presidente de la Cámara de Diputados y aspirante a la candidatura presidencial de la coalición opositora, Santiago Creel, afirmó que las corcholatas de Andrés Manuel López Obrador no son irremontables ni invencibles.
Más aún y contra quienes auguran un triunfo electoral fácil para Morena y sus aliados, el legislador anticipó una competencia cerrada y “banqueta por banqueta” por la Presidencia de la República en 2024.
En entrevista con MILENIO, Creel confió en la repetición de una alianza electoral de la oposición y sostuvo que, una vez definido, el precandidato de dicho bloque crecerá de manera exponencial ante el desgaste de las corcholatas Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard.
Advirtió que, al finalizar el actual gobierno destructor de instituciones, lo primero que deberá hacer el próximo Presidente de México será reconciliar y después reconstruir un país polarizado y dividido.
—Hace más de un año puso usted sobre la mesa la necesidad del diálogo entre poderes, diálogo directo con el Presidente de la República. ¿Sigue sin recibir señales desde Palacio Nacional?—
"Nada, absolutamente de nada. El presidente no quiere hablar con la oposición, no desea comunicarse con el PAN, ni con su presidente ni con los integrantes del PAN; la remisión que hizo para llevar a cabo el diálogo con el secretario de Gobernación no funcionó, fue simplemente una salida mediática".
—Viene 2023, antesala de la sucesión presidencial, ¿prevé un escenario en calma o con turbulencia para la renovación de los poderes?—
"Yo veo, en primer lugar, que la oposición tiene muchas posibilidades para ganar el Estado de México y Coahuila; en segundo lugar, veo que la oposición se está congregando nuevamente en una alianza."Si se va a llamar otra vez Va por México o no, todavía no se ha decidido, pero claramente se ha restablecido ya la alianza opositora. Si esa alianza opositora va con más partidos o no, eso está por verse.
"Y el tercer aspecto es que en 2021, en la elección federal, demostramos que como alianza en 70 por ciento de los distritos pudimos obtener prácticamente el mismo número de votos que la coalición oficialista y hay que tomar en cuenta que en ese momento el Presidente estaba en la luna de Valencia, en las mieles de las mieles respecto de sus preferencias y opinión pública. Hoy en día ha bajado cuando menos diez puntos y entonces yo calculo que va a ser la de 2024 una competencia cerrada, una competencia en donde vamos a tener cada uno que competir milimétricamente banqueta por banqueta.
—Según encuestas, las llamadas corcholatas están en niveles muy altos, seguramente por su exposición mediática o la visibilidad que les da el cargo, pero ¿son irremontables, son invencibles?—
"Ninguna de las dos cosas. En primer lugar, son encuestas sumamente preliminares; en segundo lugar, nadie de la oposición ha tenido todavía la consolidación como precandidato, como sí lo han tenido las corcholatas, y tampoco se puede dejar pasar que a las corcholatas las ha venido impulsando el Presidente de la República, que en este momento tiene más presencia a nivel nacional.
Las encuestas a estos niveles no son referentes que realmente podamos confiar en ellos".
—Parece que quien tiene más prisa en que se destapen los aspirantes de la oposición es el presidente López Obrador, que los urge a definirse...—
"Pues es un llamado estratégico porque sabe que sus corcholatas están desgastándose, que ya llegaron a un nivel y lo que va a acontecer es que cada día van a empezar a bajar y, para evitar ese desgaste, quiere tener como una especie de punching bag de pared, como se utiliza en el jai alai para tratar de estar rebotando y que ese rebote cubra el desgaste de sus corcholatas".
—¿Se está tardando la eventual alianza opositora en consolidar, primero, esa coalición y, después empezar a mostrar a sus posibles candidatos?—
"No, lo que está haciendo la oposición está en tiempo, porque ya se ha empezado todo el trabajo de tierra, lo que no se ve, lo que no se percibe, pero es lo más importante, por cierto. Lo otro, en el momento en que empiece a destacar uno más de la oposición y que tenga ya el foco de los medios va a empezar a crecer exponencialmente día con día y ese crecimiento le va a dar mejor resultado en las preferencias electorales".
—¿Usted diría que, a partir de 2024, el país va a requerir una reconstrucción, un giro de 180 grados?—
"No, yo no creo que el país necesite reinventarse y volver a nacer; un país tiene historia, instituciones, muchas cosas. Si hay que hacer ajustes que tienen que ver con la confianza, la democracia, el diálogo, la reconciliación, pues es un país polarizado y dividido. Lo primero que tiene que llegar a hacer un gobernante es reconciliar y lo segundo es reconstruir lo que se ha venido destruyendo y que funcionaba bien".
JLMR