AMLO respalda a ‘corcholatas’ presidenciales para que apoyen a candidatos a gubernaturas

Esto, luego de que dos de los posibles candidatos de Morena a la presidencia en 2024 realizaran giras de fin de semana por diferentes entidades.

El Presidente llevó a cabo su conferencia mañanera desde el Palacio del Ayuntamiento. | Jesús Quintanar
Alma Paola Wong
Ciudad de México /

El presidente Andrés Manuel López Obrador dio su aval para que los aspirantes de Morena a la sucesión presidencial de 2024 acudan a apoyar a los candidatos que elegirán gubernaturas el próximo 5 de junio.

Y no sólo eso, en su habitual conferencia mañanera, que este martes trasladó al Palacio del Ayuntamiento, donde despacha Claudia Sheinbaum, dejó claro su apoyo hacia la jefa de Gobierno.

La penúltima pregunta en la conferencia, que transcurría sobre temas como Estados Unidos, seguridad y salud, puso nerviosos a todos en el presídium, pues un periodista le dijo que, a pesar de que él había dicho que no era “la consentida” para la sucesión presidencial, la opinión pública decía otra cosa y le preguntó al Presidente si el secretario de Gobernación era su plan B.

“Yo no sé dónde dije que ella no era”, dijo, alargando su respuesta.

-Le pregunté en una conferencia de prensa y (usted) dijo: “no, no es mi consentida”.

Pero justo en ese momento, de entre la multitud, salió una voz perdida que detonó la carcajada presidencial y hasta de las corcholatas presentes: “¿O sí es?”. Tras las risas, López Obrador hizo las aclaraciones y repartió el amor.

“La quiero mucho, la quiero mucho, a Claudia; y Adán, imagínense, es mi paisano; Marcelo está haciendo un trabajo de primera”, lanzó, para incluir nuevas fichas en su juego de la sucesión: ahora mencionó al director del IMSS, Zoé Robledo y hasta al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

Mientras reían nerviosos, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, al borde de sus sillas, compartían comentarios Rosa Icela Rodríguez y el general Luis Cresencio Sandoval y en la fila de atrás Zoé Robledo y López-Gatell seguían atentos las palabras presidenciales.

López Obrador se cuidó de nombrar a alguno como el favorito. Aclaró que se lleva bien con todos y que apoyará a quien gane la encuesta de Morena para la definición del candidato rumbo a la silla presidencial.

Ebrard no estuvo en el presídium. Él esperó las poco más de dos horas que duró la conferencia, en uno de los salones de la sede del gobierno capitalino, ya que llegó desde las 06:00 horas, pues ahí mismo se celebró la reunión del gabinete de seguridad federal. Apenas y se asomó por uno de los pasillos del primer piso al concluir la mañanera.

“Estuvo con nosotros hoy y me está esperando porque tenemos que ver, precisamente, este asunto de la Cumbre (de las Américas); me está esperando y va a desayunar con nosotros”, informó el primer mandatario.

Incluso, se tomó el tiempo de recordar que en 2012, cuando se definió al candidato de Morena a la presidencia, Ebrard “se portó bien y no escuchó el canto de las sirenas”, dejando que él fuera el abanderado en un momento en que los conservadores le apostaban a la ruptura en el partido.

“Pero Marcelo se puso cera en los oídos y no escuchó el canto de las sirenas y yo fui candidato, porque gané la encuesta. Bueno, eso mismo es lo que yo deseo y, al que gane la encuesta, hombre o mujer, yo voy, en mis tiempos libres, que son muy pocos, cuando menos a expresarlo, a decirlo, no voy a hacer campaña; pero voy a estar con el que gane la encuesta. Eso sí va a quedar claro: voy a estar con el que gane la encuesta”, aseguró.

-¿Lo acompañaría a los eventos?, se le preguntó.

“No, nada. Nada, nada, nada, nada más eso, porque no se debe usar el dinero del presupuesto, que es dinero de todos, para apoyar a ningún candidato y a ningún partido. Ni los fines de semana”, agregó.

López Obrador dio su aval para que los funcionarios públicos, aspirantes a la sucesión, se placeen siempre y cuando lo hagan sin uso de recursos públicos.

“Creo que, si no tienen ocupación o ya hicieron su tarea y no le cuesta al gobierno, porque no se debe utilizar dinero del presupuesto, pueden hacerlo, son ciudadanos”, lanzó.

El jefe del Ejecutivo federal aclaró que aunque él no acompañaría al candidato, funcionarios como Sheinbaum o Ebrard sí lo pueden hacerlo, porque se trata de elecciones estatales, no de la definición presidencial.

Sheinbaum lo escuchaba con la mirada atenta y amplia sonrisa, mientras que Augusto López permanecía de pie con rostro serio.

“Es que son cosas distintas, o sea, una elección presidencial es distinta a una elección de un estado, ustedes lo saben; o sea, nada más piensen que todos los movimientos, los más importantes, para bien y para mal, se desatan alrededor de la sucesión presidencial. Entonces, en nuestra historia, son los momentos más difíciles” declaró.

Dos de los posibles candidatos de Morena a la presidencia en 2024 realizan giras los fin de semana por diferentes entidades.

El sábado pasado, Sheinbaum viajó a Tabasco, a donde fue invitada por la secretaria de Energía, Rocío Nahle, para visitar las obras en la refinería de Dos Bocas. Ahí fue cuestionada sobre la posible candidatura presidencial del secretario de Gobernación, a lo que respondió: “Muy bien, apoyados todos, somos parte de este proyecto, lo más importante es la unidad”.

En eventos anteriores ha recibido gritos de “¡Presidenta, presidenta!”, como en su viaje a Hidalgo para apoyar al candidato a la gubernatura del estado, Julio Menchaca.

Por su parte, Ebrard viajó a Durango el sábado, para apoyar a la candidata de Morena a la gubernatura de la entidad, Marina Vitela. En la entidad recibió sus primeros gritos como “¡presidente, presidente!”.

El 28 de abril, en una reunión con legisladores federales, Augusto López también fue ovacionado con los mismos gritos.

LP

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