La Secretaría de Finanzas y Tesorería General de Nuevo León informó que en el mes de junio los ingresos estatales se redujeron en un 40.1 por ciento debido los servicios e impuestos que se han trastocado por la pandemia del covid-19 que se vive en la entidad.
Carlos Garza Ibarra, tesorero del Estado, informó que en el primer semestre la baja en los ingresos fue de 2.9 por ciento, lo cual representa 732 millones de pesos menos de lo programado.
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Destacó que en el caso de los ingresos propios, la baja en el mes de junio respecto a lo presupuestado fue de 30.5 por ciento, es decir, 366 millones de pesos, mientras que las participaciones federales decrecieron 42.7 por ciento, lo cual representa mil 848 millones de pesos menos.
Dichas disminuciones, agregó, son las más altas que se han registrado en los casi cinco años de la administración estatal actual.
El funcionario explicó que debido a la reducción de la actividad económica como efecto de la contingencia de salud por el covid-19, los ingresos propios que mayor retroceso mostraron son los generados por el Impuesto sobre Nóminas, los impuestos que se aplican a casinos, al hospedaje y los derechos vehiculares y servicios del registro público.
En cuanto a las participaciones federales, indicó que en la primera quincena de julio se recibirán recursos del Fondo para la Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), de estos recursos, se transferirá, con base a lo que establece la Ley de Coordinación Fiscal, lo correspondiente a los municipios del estado.
Garza Ibarra precisó que estos recursos sólo compensarán alrededor del 50 por ciento de la caída en las participaciones federales, por ello, el Gobierno del Estado analiza realizar ajustes para compensar la reducción extraordinaria de los ingresos.
Por último, adelantó que con base en estimaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de la propia Secretaría de Finanzas y Tesorería General del Estado, la expectativa en materia de ingresos para el segundo semestre se visualiza como crítica, por lo que es muy probable que no se pueda cumplir con las metas programadas de gasto planteadas en el presupuesto.