Emite CEM recomendaciones para atención pastoral de enfermos por Covid-19

La CEM publicó el plan emergente nacional sacerdotal Covid-19, una guía para el actual pastoral ante la pandemia por coronavirus.

La CEM emite recomendaciones pastorales ante Covid-19| Especial
Alma Paola Wong
Ciudad de México /

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó un Plan Emergente Nacional Sacerdotal Covid-19, que establece las directrices para el actuar pastoral durante la pandemia por este coronavirus.

El documento señala, en el apartado de cuidado y prevención integral, que los sacerdotes podrán ir a ver un paciente con este padecimiento, solo si cuenta con los medios de protección correspondientes: bata, guantes de látex, tapabocas N95, cubre zapatos, gorro; además, que no tenga enfermedades preexistentes (diabetes, hipertensión, obesidad mórbida, o alguna otra que lo haga estar débil en sus defensa).

“Si no tiene esta protección, no se acerque al paciente, pues se va a contagiar, y será propagador del Virus a más personas”, indicó.

El plan establece que si la situación sanitaria no ha sido declarada fase 3, pero que no se pueda salir de casa, recomienda a los presbíteros no negarse inmediatamente a impartir la indulgencia y explicar a los fieles las indicaciones dadas por las autoridades de salud y optar por la distancia.

“Propongamos lo siguiente: Voy a estar afuera de su casa (en la calle), ustedes familiares, pueden estar en la puerta principal de la casa. Si está cercana la puerta principal de la banqueta o calle, estar a una distancia de 1.5 metros o más. Hagan una oración con la familia e impártanle la Indulgencia Plenaria al Paciente”, indica el documento.

Una vez que se haya declarado la fase 3, la Iglesia católica pidió impartir la indulgencia plenaria desde sus parroquias a los enfermos de Covid-19, a sus familiares y al personal médico que los atiende.

Ante la pandemia, la CEM pide orden y responsabilidad a la comunidad religiosa. Para ello, pide a los sacerdotes estar bien informados y comunicados, pues la mala información llevará al desorden y al caos; añade que eso ocasiona desde indiferencia ante el coronavirus hasta una psicosis colectiva.

“Por eso, nosotros debemos ser los responsables en saber escuchar las voces autorizadas sobre el tema, y no dejarnos llevar o incluso difundir

noticias o rumores, que desestabilicen el orden emocional, social y de fe” indica.

También recomienda a los sacerdotes recibir y transmitir los mensajes e información acerca de la pandemia con prudencia y de forma constructiva.

“Especialmente en las eucaristías u otros momentos de oración transmitidos por redes sociales evita las murmuraciones, los rumores infundados y los comentarios propios acerca del tema para no favorecer tensiones innecesarias ni situaciones comunitarias de dificultad”, señala.

Asimismo, les pide no dejar los momentos de oración y poner cuidado en su salud mental.

“Cuidar tus acciones, pensamientos y sentimientos resultará de gran importancia para responder adecuadamente a los períodos en los que el ánimo pueda fallar y, la sensación de incertidumbre o desasosiego crezca, si es que se llega a dar el caso”, añade.

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