Refinería Dos Bocas avanza… sin protección ni sana distancia

Tabasco tiene la tasa de incidencia de coronavirus más alta a escala nacional tomando en cuenta su población. Sin embargo, la construcción de la refinería va a marchas forzadas, tal como lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La construcción de la refinería Dos Bocas no se detiene. (Jesús Soberanes)
Abraham Reza y Mariel Arroyo
Ciudad de México /

Mientras el resto del país se detiene para evitar la propagación del covid-19, las labores para erigir la refinería en Dos Bocas, Paraíso, continúan a marchas forzadas.

Sin cubrebocas ni guantes ni sana distancia, miles de trabajadores cumplen su jornada, aunque ellos y sus familias corren el riesgo de contagiarse del virus que azota al mundo.

Foto: Jesús Soberanes

Tabasco tiene la tasa de incidencia de coronavirus más alta a escala nacional tomando en cuenta su población sin embargo, la construcción de la refinería va a marchas forzadas, tal como lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador.

A pesar de que representantes de la iniciativa privada y asociaciones civiles han recomendado que el proyecto se cancele o por lo menos se suspenda durante la emergencia sanitaria, desde el 5 de abril la orden del mandatario nacional fue “no parar”.

“Los intelectuales orgánicos recomendaron que ante la crisis se cancelen la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, que se cancele la construcción del Tren Maya, que se cancele la construcción de la refinería y les contesto: ‘¿De qué quieren su nieve?’”, aseguró en aquella ocasión.

Todos los días, desde las 6:30 horas, más de mil 500 empleados que laboran para las empresas a cargo de la obra (Van Oord, ICA Flour, Samsung y KBR) ingresan por alguno de los dos accesos de esta magna construcción. La mayoría son albañiles, operadores de maquinaria, gerentes e ingenieros.

“La indicación es que no se pare, que trabajemos normal”, señala Luis Enrique Ontiveros, supervisor de maquinaria.

Todos los días es juego de la ruleta rusa, pues aunque al entrar los empleados son inspeccionados, nunca saben con certeza si hay algún portador asintomático que pueda estar usando el mismo tractor o las mismas herramientas.

“Se nos sugiere que debemos traer nuestro equipo completo, cubrebocas, overol, lentes y casco, además se nos toma la temperatura al ingresar, pero pues usted sabe que hay gente que no muestra signos y eso para nosotros es un riesgo”, expresa Arturo Herrera, supervisor de construcción, quien además agrega que nadie les proporciona el mínimo equipo de protección, de modo que consiguen por su cuenta lo que pueden.

Tanto Arturo como Luis viven lejos del municipio de Paraíso, por esta razón es común que viajen diariamente hasta la obra en camionetas colectivas, en las que no se respeta la sana distancia. Ya en el campo la mayoría de los empleados no usa guantes y solo algunos tienen sus propios cubrebocas, lo que supone un riesgo para ellos y sus familias.

“Llegando a casa lo primero que hacemos es quitarnos la ropa y lavarla, si es posible echarnos un baño para entrar limpios, por los niños, principalmente, pues ellos quieren correr a abrazarte, pero se aguantan a que nos echemos un baño”, comenta Abimael López, supervisor de construcción en Dos Bocas.

Para estos tres trabajadores lo mejor sería quedarse en casa y evitar riesgos de posibles contagios. Sin embargo, dicen, no pueden sublevarse por miedo a perder el empleo, especialmente en un entorno económico lleno de incertidumbre.

En Tabasco, hasta el lunes, se confirmaron 819 casos y 99 defunciones por covid-19; de los casos positivos confirmados, 509 están en el municipio de Centro, sede de la capital del estado; Paraíso tiene 39 casos, varios de ellos son trabajadores de la industria de hidrocarburos y la construcción.

Además, a escala nacional, Pemex tiene un registro de 268 casos positivos por covid-19. Actualmente 26 derechohabientes contagiados están graves e internados en el Hospital Regional de Villahermosa; algunos están en terapia intensiva, con asistencia de un ventilador mecánico para mantenerse con vida.

Para estos trabajadores la única certidumbre es que tienen que continuar laborando, a pesar del riesgo que implica seguir exponiéndose todos los días.

jlmr

LAS MÁS VISTAS