El gobierno de Ecuador informó que extenderá por sesenta días más el estado de excepción que decretó el pasado 16 de marzo, para hacer frente a la epidemia por el covid-19 en el país.
El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, destacó también la predisposición del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe) para analizar medidas que permiten efectuar una "reingeniería" de los presupuestos del Estado y acometer las acciones contra la pandemia del coronavirus.
Asimismo, señaló que hasta finales de mayo todas las instituciones públicas deberán efectuar sus revisiones presupuestarias para acomodar las finanzas públicas a la situación de crisis sanitaria, económica y social.
"Las revisiones presupuestarias serán de entre 10 y 15 por ciento sin afectar las actividades misionales (propias de la gestión). Hasta el 30 de mayo, todos deberemos adoptar las medidas que correspondan, de conformidad con la Constitución y las leyes", y con el acompañamiento del Ministerio de Finanzas, añadió el mandatario.
Además, reiteró su llamamiento "a todas las instituciones públicas y privadas para sumar esfuerzos en la lucha contra esta emergencia".
Según el último informe sobre la situación de la pandemia del covid-19, emitida por las autoridades ecuatorianas ayer lunes, en el país se han registrado mil 569 fallecidos, otros mil 336 decesos tipificados como "casos probables", y 31 mil 881 casos positivos de la enfermedad.
El coronavirus, que ha paralizado al país desde el 16 de marzo, se ha cobrado un alto precio a nivel económico que ha obligado al gobierno a un mayor endeudamiento de lo previsto.
"Sólo un trabajo conjunto nos permitirá salir adelante y levantar al país. Todo lo hacemos en función de la vida, el empleo y la productividad", apostilló el jefe del Estado.
El pronunciamiento de Moreno se dio en un momento en que organizaciones estudiantiles efectuaron una manifestación pacífica en Quito para rechazar recortes aplicados por el gobierno en los presupuestos de las universidades públicas del país.
Los estudiantes, con apego a medidas sanitarias como el uso de mascarillas y el distanciamiento de unos dos metros entre cada manifestante, y ante la atenta mirada de policías, exigieron que se revise el recorte en la educación superior, por considerar que ello supondrá el despido de profesores y la reducción de la oferta académica.
kvd