El senador priista Jorge Carlos Ramírez Marín rechazó que el apoyo externado al plan de reactivación económica que impulsa el gobierno panista en Yucatán sea una traición al PRI, pues aseguró que no será un obstáculo para el trabajo de los demás.
En entrevista, Ramírez Marín respondió a las críticas que acusan que el apoyo al plan económico solicitado por el gobernador Mauricio Vila, y que incluye nuevos préstamos para el estado, sea parte de acuerdos políticos de cara a las elecciones.
“No cabe negarle recursos a los yucatecos porque el dinero no es del gobernador, es de Yucatán y si al presidente Andrés Manuel López Obrador le estamos pidiendo un acuerdo de unidad y que se recurra a deuda si así se necesita, no cabe ser incongruentes”, expresó.
Dijo que hay gente en el PRI que no quiere dar el dinero del préstamo solicitado, porque tiene miedo de cómo lo aproveche el PAN para las próximas elecciones, cuando aún no se tiene la certeza si habrá comicios el próximo año.
“Mi deber absoluto es con Yucatán. No tengo miedo qué pase en las próximas elecciones porque si yo soy candidato quiero que me reconozcan como una persona útil en los puestos que ha tenido, no como obstruccionista, especulador, que está viendo como evitamos a los demás oportunidades de hacer su trabajo”, acotó.
Aseguró que no dará un cheque en blanco al gobierno de Acción Nacional, porque dicho plan tendrá los controles del congreso dado que los diputados son quienes deberán aprobarlo. Añadió que si hay irregularidades se presentarán las denuncias, como sucedió este lunes.
Afirmó que su deber absoluto es con Yucatán, pues no lo quiere ver convertido en un campo de batalla por falta de empleo ni de desolación.
Recordó que el gobernador Vila propuso un plan de reactivación que se le rechazó y se modificó con lineamientos propuestos por el propio Ramírez Marín y la ex gobernadora Dulce Sauri, a fin de tener controles que permitan enfrentar los efectos de la pandemia.
Sin embargo, al apoyar las modificaciones de la propuesta, ahora se le acusa de traición al PRI.
El vicepresidente del Senado dijo que el plan que se propone no es perfecto, pero sí es una respuesta inmediata a la crisis que se avecina y que pegará al estado “por su impresionante desigualdad”, con ciudadanos de primera que con un nivel de vida como si fuera escandinavos y otros en extrema pobreza que se asemejan a los del áfrica subsahariana.