Hugo López-Gatell: De líder estudiantil en la UNAM a mariscal contra la pandemia

Las fotos que circulan en redes de cuando el ahora subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud era joven, son de 1990, cuando López-Gatell estudiaba medicina y era integrante del Consejo Estudiantil Universitario.

Hugo López-Gatell, líder estudiantil en la UNAM (Especial).
Ciudad de México /

A Hugo López Gatell, el médico epidemiólogo del que se está hablando en México, le han colgado la medalla del héroe de la pandemia y lo han consagrado en memes y en stickers que se viralizan en redes sociales, donde hay hasta quienes lo han convertido en "crush nacional".

En Facebook y Twitter circulan fotos del médico que todas las noches informa sobre el avance de la pandemia del coronavirus en México, pero no sólo imágenes de las conferencias sino también de un jovencísimo López-Gatell.

Algunas de estas fotografías fueron tomadas entre mediados de mayo y principios de junio de 1990, afuera del Frontón Cerrado de Ciudad Universitaria, casi frente a la Facultad de Contaduría. En ese entonces, López-Gatell estudiaba medicina y era dirigente del Consejo Estudiantil Universitario, CEU, para abreviar.

En una de esas fotografías, López-Gatell y otros diez jóvenes ceuístas (tres mujeres y siete hombres) están sentados sobre unas escaleras de concreto, con el sol cayéndoles encima, mientras sonríen a la cámara y hacia quienes están frente a ellos, pero que nosotros no vemos.

El día que fue tomada esa imagen era muy importante para los ceuístas: después de más de tres años, o sea, después de una huelga, después de cientos de asambleas con estudiantes de bachillerato y licenciatura, y después de varias desavenencias públicas con los entonces rectores Jorge Carpizo y luego con José Sarukhán, los dirigentes estudiantiles lograron que se celebrara el Congreso Universitario, donde echaron abajo las propuestas de aumentar los pagos por servicios escolares, limitar el pase automático del bachillerato a la licenciatura y restringir el número de exámenes de admisión. Es decir: lograron que la UNAM no se privatizara.

Entonces, te acuerdas que tu colega Mariana Escobedo fue ceuísta, que seguro lo conoció, y lo primero que te dice cuando la llamas es que antes quiere hacer una aclaración:

"Los fans de Hugo no deben exponerlo al acoso sexual o a la violencia digital ni elevarlo a sex symbol, sino difundir sus anuncios nacionales".

Mariana te cuenta que López Gatell era un buen estudiante, de excelencia, hombre de ideas. Entonces como reportero te lo imaginas enfundado en su bata blanca y, como consejero universitario, gritando en el centro del patio: ¡Jún-ten-se!, ¡jún-ten-se!, para informarles a sus compañeros a qué acuerdos había o no llegado el CEU con rectoría, como solían hacer los ceuístas en la prepa en donde tú estudiaste.

"La voz de Rectoría era José Narro Robles", dice Mariana. "Así que desde entonces Narro le tiene mala fe a López-Gatell". Y te lo dice por los tuits y por los desplegados que el priista Narro hizo públicos hace días, en los que exigía convocar al Consejo de Salubridad e insinuaba la inacción de López Gatell.

Pero tú quieres saber menos de las grillas políticas que ha traído consigo el Covid-19 y más del dirigente estudiantil llamado Hugo López Gatell, así que le preguntas a Mariana por aquel grupo de la fotografía y ella te enumera a los más importantes:

El de la camisa guinda es Herón Escobar, sinaloense, fue diputado del PT, murió en 2016. La güera del vestido morado es Sandra Ortega Tamez, que hoy es esposa de Argel Gómez, hijo de Pablo Gómez. El de bigote con lentes es Ernesto Ruiz, que era alumno de ingeniería. El que está arriba de Hugo, con los pelos en la cara y una playera del CEU, es Tomás Restrepo; él se murió en un accidente automovilístico. Y el que tiene la camisa de puntitos, el de la cabellera larga y bien ochentera, es Antonio Santos, él conoció bien a López-Gatell".

Toño Santos, una de las tres voces más fuertes del movimiento (los otros dos eran Imanol Ordorika y Carlos Ímaz), trabajó para Cuauhtémoc Cárdenas, luego se exilió en Guerrero con sus ahora ex suegros y, en el sexenio de Peña Nieto, trabajó con Rosario Robles. Le escribes para que te cuenten del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud que trabaja para López Obrador, el adversario de Rosario Robles.

Santos ahora tiene 59 años y es de pocas palabras por el WhatsApp: “Lo conocí bien, fuimos compañeros de varias batallas, una extraordinaria persona. Estamos en muy buenas manos”. Santos no lo ve desde el 2000, desde el funeral de Restrepo.

En Twitter encuentras a un usuario @ernesto_rincon que intenta denostar a López Gatell. Escribió en diciembre de 2019: "Utss qué viejo y jodido está (Gatell), aún lo recuerdo boteando dentro de la Fac a favor del CEU (…) hablando de comunismo", y utiliza el hashtag #quejodidos.

Entonces le preguntas a Mariana sobre si algo de esto es verdad. Ella dice que nunca lo escuchó hablar de comunismo ni lo vio botear. Recuerda que López Gatell era un hombre de ideas. Los ceuístas a los que se refiere el usuario de Twitter, no eran más que Santos, Andrea González, Hena Moreno, Ímaz, Gerardo Marentes, Claudia Sheinbaum, Ordorika, López Gatell, del grupo de los históricos; Martí Batres, Miroslava García, de la CRU; y Guadalupe Carrasco, la Pita, de los Ultras, un grupo de jóvenes estudiantes, cuyo objetivo no era defender ni hablar de comunismo sino el derecho a la educación pública y gratuita.

LEE CARTA DE MARIANA ESCOBEDO






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