Médico del IMSS sobrevive al covid-19, pero teme secuelas pulmonares

Francisco Hernández sobrevivió al coronavirus; sin embargo, teme que le haya dejado secuelas de por vida en los pulmones, que lo alejarían de su pasatiempo favorito: correr.

Francisco Hernández Barrera, sobreviviente de covid-19 (Blanca Valadez)
Blanca Valadez
Ciudad de México /

Sentado en un sillón y mientras recibe oxígeno del tanque ubicado a su costado, Francisco Hernández Barrera, médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recuerda aquellas palabras de su colega mientras lo revisaba de urgencia: “usted tiene más del 80 por ciento de probabilidad de morir; están lesionados ambos pulmones”.

Hernández Barrera, como subdirector médico del Hospital General de Zona 2-A Troncoso, del IMSS, supervisaba el 15 de abril la identificación y la entrega a sus respectivas familias, todo el papeleo de las actas de defunción por covid-19 de ocho cadáveres.

En esa ocasión portaba el equipo de protección reglamentario durante la movilización de los restos de las víctimas del covid-19; sin embargo, 24 horas después comenzó a presentar síntomas de dolor articular y fiebre.

En tanto le hacían la prueba, Hernández Barrera se aisló 14 días en su domicilio pero “empecé a tener un deterioro respiratorio, pasé de saturar 94 de oxígeno en sangre y bajar a 73, para entonces sentía que me estaba asfixiando”, explico en entrevista con Milenio.

Antes de ser intubado por el lapso de 11 días en el Hospital General Regional 1 “Doctor Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro”, el médico se despidió de su familia, “sabía que tenía muy altas probabilidades de morir”.

La sensación de miedo se vinculaba directamente con la muerte. Conforme a las estadísticas, el 88 por ciento de las personas intubadas fallecen porque poco logran respirar de nuevo por sí mismos.

Francisco Hernández forma parte del 13 por ciento de trabajadores de la salud que se ha infectado en México por encontrarse en la primera línea de batalla contra la enfermedad del covid-19.

Pero a diferencia de otras colegas, el subdirector médico, de 60 años de edad, carece de factores de riesgos, de hecho, es maratonista de alto rendimiento, con más de 500 kilómetros de distancia acumulados en un año.

Ahora forma parte de los sobrevivientes del covid-19, pero deberá esperar seis meses para saber si la enfermedad dejó secuelas en el pulmón y a nivel neuronal.

Hasta entonces sabré si el covid provocó fibrosis en mis pulmones y eso va a disminuir, invariablemente, mi capacidad de respiración y va a coartar lo que más me gusta hacer, correr y me va atar, como ahorita estoy, a un tanque de oxígeno”, comentó.

En tanto, el médico con 27 años de carrera, espera reincorporarse en unos días a sus antiguas tareas laborales donde extremará las precauciones para proteger a todo el personal de salud.

Pero en caso de tener secuelas de fibrosis pulmonar, se dará a la tarea de capacitarse en otros campos de la medicina, con el objetivo de ofrecer sus conocimientos a México.

“Nunca he contemplado, ni siquiera por esto, dejar mi carrera, a lo mejor me vuelvo especialistas en otras área cardiopatía o en pediatría. Yo me enorgullezco de ser médico”, precisó.

AE​

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