Los médicos mexicanos tendrán que decidir quién vive y quién muere en las próximas semanas debido a que el sistema de salud no ha recibido los suficientes recursos para enfrentar la demanda común de servicios hospitalarios, mucho menos en un escenario de pandemia, lamentó Roberto Blancarte, miembro del Colegio de Bioética A.C y quien colaboró en la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica.
“Esta guía y lo que hacen los colegios de bioética y los bioetecistas es ayudar a los médicos a tomas decisiones sobre vida y muerte que ellos no deberían estar tomando, porque les debieron haber dado los suficientes recursos”, consideró.
Esta guía es un documento del Gobierno federal que servirá para el actuar de los médicos durante la etapa más crítica la emergencia sanitaria por covid-19.
En este se establece que en la atención del coronavirus se deberá priorizar al paciente más joven con base en el principio vida-completa, es decir, la persona con más edad ya ha transitado por más etapas, por más tiempo, mientras que el joven, de no salvarle la vida, se perdería de mucho más si no accede a los recursos escasos.
“Paciente A de 80 años necesita de un ventilador, paciente B de 20 años necesita de un ventilador. Si paciente A recibe el ventilador ella vivirá 7 años más, si paciente B recibe el ventilador ella vivirá 65 años más. Ante dicho problema se tiene que introducir un principio adicional: salvar la mayor cantidad vidas-por-completarse. Una vida-por-completarse se deben de entender como aquella que aún no ha pasado por los diferentes estados de desarrollo bio-psico-social humanos (i.e. infancia, adolescencia, edad adulta, vejez)”, indica el documento.
En entrevista con Milenio, Blancarte explicó que ante un escenario crítico de la pandemia, los médicos no tendrían que desgastarse en este tipo de decisiones, pues ellos ya deberían contar con los suficientes recursos e insumos para dar un trato digno a los pacientes. Pero en el caso de México, dijo, no es así, ya que las decisiones políticas colocan al sistema de salud en condiciones insuficientes.
“Le estamos cargando la mano a los médicos, por culpa de los políticos. Los políticos son lo que decidieron dejar correr esto, dejaron que llegáramos a un momento donde los casos van a incrementar frente a un sistema de salud deficiente”, explicó.
Según el documento, las categorías de edad propuestas son: 0-12, 12-40, 41-60, 61-75, y +75. Añade que si recurrir al principio de vida-completa no desempata a los pacientes entonces la decisión sobre quién recibirá acceso a los recursos escasos deberá de tomarse al azar (por ejemplo, lanzando una moneda).
No obstante, Blancarte puntualizó que la decisión es más compleja que ello, recordó que en la guía participa un equipo interdisciplinario de especialistas que ponderan varios elementos, como por ejemplo, la morbilidad y cuáles son las posibilidades de que sobreviva cada paciente.
“Estos criterios también son discutibles, los médicos tienen que tomar decisiones todo el tiempo. El objetivo es ayudarles para que ellos no se sientan solos en la batalla contra el covid-19”, manifestó.
El documento también establece que como primer eslabón en la cadena de atención, en cada centro de salud se deberán formar equipos de triaje, no obstante, éstos ya existen, pero ahora deberán ser más cuidadosos y claros para asignar los recursos escasos de medicina crítica. Incluso, dijo, el equipo puede trabajar de manera remota y será el responsable de evaluar todos los expedientes de pacientes que podrían ser admitidos a la unidad de cuidados críticos; asignará a cada paciente una prioridad de admisión, la cual será registrada en una lista; y además comunicará al personal a cargo de la admisión a la unidad de cuidados críticos y al médico(a) tratante la prioridad de los pacientes en cuestión.