Aunque el Gobierno Federal ha señalado que la muerte por covid-19 no implica la cremación de los cadáveres, al ser una enfermedad de tipo respiratoria, el Gobierno de Nuevo León informó que ya buscan cuáles funerarias y panteones tienen servicio de cremación.
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Manuel de la O Cavazos, secretario de Salud en la entidad, detalló que en Nuevo León existen 90 funerarias y 220 panteones, por lo que actualmente revisan cuáles tienen la capacidad de cremar cadáveres, ya que para los pacientes que fallezcan por coronavirus, seguirán este proceso.
“Es algo triste, algo terrible, ayer en la reunión que tuvimos con los gobernadores de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, también lo estuvieron platicando, sin embargo, me gustaría que no se utilizaran, que no se utilizaran las funerarias, que nos cuidáramos para no enfermarnos y no morir”, expresó.
El subsecretario de Salud en México, Hugo López-Gatell, ya se había pronunciado al respecto de la cremación de cadáveres por covid-19, el pasado 19 de marzo. En aquella rueda de prensa, López-Gatell negó que fuera necesario.
“Se usa lo que siempre se utiliza y, en la medida que se haga correctamente, no hay un riesgo de daño hacia el personal que labora ni en los campos clínicos ni en el proceso de disposición de cadáveres. Respecto a que si tienen que ser cremados la respuesta es no, porque la transmisión es respiratoria, no es que emanen elementos infecciosos”, señalaba el funcionario federal.
Esa información difiere de lo declarado por el secretario de Salud en Nuevo León, quien abordó el tema luego de que se informara el primer deceso por covid-19 en la entidad. Manuel de la O hizo referencia a la peligrosidad que hay de que las personas estén en contacto con las secreciones de uno de estos cadáveres.
“Los familiares tienen que estar apartados de ellos, y cuando fallecen, obviamente es un riesgo importante para la familia si hay contacto con las secreciones del paciente que falleció”, expresó el funcionario estatal este sábado.
Señaló que el protocolo indica que personal de Salud acudirá al hospital con un equipo de protección especial, mientras que los cadáveres serán puestos en bolsas de plástico herméticas para ser llevados a la funeraria y ser cremados.