El secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, convocó a la comunidad internacional a conformar un paquete de rescate y recuperación económica para América Latina y el Caribe debido a que se prevé un incremento adicional de 45 millones de pobres en la región, sobre todo en México, Nicaragua, Guatemala y Honduras, debido a la pandemia causada por el covid 19.
“He hecho un llamamiento para poner en marcha un paquete de rescate y recuperación equivalente a más del 10 por ciento de la economía global. Los países desarrollados lo están haciendo por sí mismos con sus propios recursos.
“En el caso de América Latina y el Caribe, la comunidad internacional debe proveer liquidez, asistencia financiera y medidas de alivio de la deuda”, explicó Guterres tras referirse al informe presentado por la Cepal respecto a que esos 45 millones significarán un global de 230 millones de personas en situación de pobreza, pobreza extrema y desigualdad.
En la presentación del informe de Política sobre los Efectos de la Covid-19 en América Latina y el Caribe, hizo alusión a las proyecciones del daño per cápita del coronavirus SARS-CoV-2, con base a la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal), que estima una caída en su economía de 9.1 por ciento para la región en el 2020, que sin duda será la mayor en cien años.
“Los países de América Latina y el Caribe, y en particular los pequeños estados insulares en desarrollo, no deben quedar excluidos de la asistencia mundial. Es necesario ampliar la respuesta multilateral internacional a los países de ingresos medios”, argumentó el secretario general tras dimensionar el impacto del covid en los sectores más vulnerables.
De acuerdo con el informe de Naciones Unidas a medida de que la pandemia del coronavirus se siga expandiendo, se ausentarán las desigualdades, el número de decesos y aumentará 7 por ciento el nivel de la pobreza.
“América Latina y el Caribe se han convertido en un foco de la pandemia, en un contexto en el que ya existen enormes desigualdades, niveles elevados de trabajo informal y servicios de salud fragmentados” y donde “las poblaciones y las personas más vulnerables” como los indígenas y mujeres, personas adultas mayores y con discapacidad, resultaran una vez más las más afectadas.
“Las mujeres, que constituyen la mayoría de la fuerza de trabajo en los sectores económicos más afectados, ahora también deben soportar la carga de los cuidados adicionales.“Las personas de edad y las personas con discapacidad corren un riesgo mucho mayor de morir a causa del virus”, explicó Guterres.
Y a ello se suman “los pueblos indígenas y las personas afrodescendientes, al igual que los migrantes y los refugiados, también sufren de manera desproporcionada, pues entre ellos la vulnerabilidad se multiplica”.
Por ello, añadió Guterres, “debemos hacer todo lo posible por limitar la propagación del virus y hacer frente a los efectos de la pandemia sobre la salud” y “encarar sus repercusiones sin precedentes en el ámbito económico y social”.
En el informe se señalan una serie de medidas urgentes y a largo plazo encaminadas a lograr una mejor recuperación. “Se exhorta a los gobiernos a hacer más por reducir la pobreza, la inseguridad alimentaria y la malnutrición mediante, por ejemplo, un ingreso básico para situaciones de emergencia y ayudas contra el hambre.
“La educación se ha visto interrumpida en toda la región. Es indispensable priorizar la educación a distancia y, de manera general, la continuidad de los servicios dedicados a la infancia”, dijo.
Se trata de una situación que requiere urgentemente de un mayor apoyo internacional y, paralelamente, de abordar desafíos estructurales más amplios para reconstruir mejor y, de ser necesario, transformar el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe.
Pero también Guterres consideró esencial “reforzar la gobernanza democrática, la protección de los derechos humanos y el estado de derecho. En un momento en el que demasiados ciudadanos y ciudadanas se sienten excluidos, además, se debe de promover la rendición de cuentas y la transparencia”.
Se trata de pendientes dentro de “una región en la que los niveles de desigualdad se han vuelto ya insostenibles”
Y, por esa razón, requiere de sistemas integrales de bienestar social accesibles para todas las personas.
De la creación, abundó, de sistemas tributarios más justos, de empleos decentes, de protección ambiental y social. También de una mayor integración económica regional en un momento en el que demasiados ciudadanos se sienten excluidos.
“Expreso toda mi solidaridad con los pueblos de América Latina y el Caribe, que al enfrentar esos desafíos deben guiarse por la solidaridad y la compasión. Juntos podemos superar esta crisis y construir sociedades inclusivas y sostenibles para todos”.
AE