La mañana de este lunes la señora Fátima Amaya, viuda del doctor Uriel Elias Guzmán, se presentó en la oficina central Secretaría de Salud de la Ciudad de México en el número 225 de la calle de Xocongo, después de que él muriera el pasado 4 de mayo a causa del covid-19.
La respuesta le dejó la sangre fría.
“La persona que me atendió me dijo que yo ya sabía que por el tipo de contratación, pues no me correspondía absolutamente nada, que lo único que necesitaban era mi acta de defunción de manera urgente para darlo de baja, que eso urgía porque hay que darlo de baja”, relata la señora Fátima.
Hace 22 días que el padre de sus hijas, de uno y tres años, falleció después de estar contratado como eventual por siete años en la Secretaría de Salud de la CdMx. El doctor Guzmán era legista en la alcaldía Miguel Hidalgo y diario en su trabajo atendía alrededor de 40 personas pero sin la protección adecuada.
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Como el doctor Guzmán, 98 mil trabajadores en el Sistema Nacional de Salud laboran en condiciones de contratación precarias y en caso de fallecer por el coronavirus dejarían a sus viudas y hijos sin pensiones.
“No sólo les digan que son héroes caídos, porque eran padres eran trabajadores, eran esposos. Por el tipo de contrato que él tenía no hay derecho a pensión, no hay derecho a nada porque él era de contrato”, dice la viuda preocupada.
Este domingo el subsecretario Hugo López-Gatell conoció la historia de esta familia. “Lamento la muerte de este doctor, no sabía de este caso en concreto, pero el tema que el caso ilustra creo que es muy importante de atender”.
“Claramente es contrario a la ley Federal del Trabajo y es además contrario a principios fundamentales de la justicia laboral y social, porque obviamente se está llevando a una situación de gran desventaja a las personas que están contratadas de esa manera”, enfatizó el funcionario, mientras la señora Fátima lo veía en la televisión.
Para ella estas palabras fueron “una luz, una esperanza” para el futuro de sus dos pequeñas hijas. En esa misma reunión con la prensa en Palacio Nacional, el subsecretario informó que buscarán los mecanismos para que la ley no sea un obstáculo laboral y que las familias tengan el amparo económico.
Sin embargo, este lunes la señora Fátima se encontró con una respuesta dura en la oficina de recursos humanos de la secretaría de salud de la CDMX. “Se portaron hasta groseros”, dice vía telefónica después de un agitado día de trámites por el fallecimiento de su esposo.
Mientras tanto, la ayuda a los huérfanos del coronavirus llega más bien de la sociedad civil. Así reaccionó la directora de una escuela preescolar en la alcaldía Benito Juárez en la capital al ver la historia de esta familia en MILENIO Televisión.
“Decidí escribirle a Azucena (Uresti) y decirte con mucho gusto becaba a las chiquitas. Tenemos mucho que hacer por los que están abajo y afuera”, aseguró Ivonne de la Longa, directora del plantel.
Tras el reportaje la señora Fátima muchas personas la han contactado para mostrarle su apoyo. Eso, dice, la hace sentirse mejor.
“Muchísimas gracias a la maestra, desgraciadamente nos queda un poco lejos porque la vida de mis hijas y mía está en Texcoco, pero se le agradece muchísimo el gesto, es algo bien importante para nosotras, porque es parte de lo que se está buscando que ellas tengan una educación”, concluye esperanzada.
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