La manera de hacer política también cambió por la emergencia sanitaria provocada por la covid-19. Hoy sus protagonistas dejaron las reuniones a puerta cerrada, los cónclaves, para generar códigos en Meet y salas digitales en Zoom.
No respiran la política cara a cara sentados en una sala, en los extremos de un escritorio; hoy le hablan a una cámara y un micrófono, que a veces está desactivado y tienen que encenderlo para volver a trazar su idea.
El gabinete federal rompió las leyes del tiempo y espacio, lo mismo se puede ver y escuchar sus instrucciones desde Tijuana, Baja California hasta Suchiate, Chiapas; también se apersonan en otras latitudes como China, Rusia, España, Argentina sin necesidad de tomar un avión.
Los legisladores se han ido adaptando al encierro. Ya no es necesario llegar con un traje impecable, abordo de grandes vehículos a restaurantes prestigiados, ahora solo con un click pueden hasta legislar en huaraches.
El presidente Andrés Manuel López Obrador durante su mandato nunca ha viajado al extranjero. Apenas en junio del año pasado declinó acudir al G-20 y envió una carta “como modesta aportación” y delegó el encuentro a los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y entonces de Hacienda, Carlos Urzúa.
Pero las medidas mundiales de confinamiento hicieron lo imposible: que el mandatario nacional le hablara de frente a los líderes de las economías más importantes del mundo y los llamara a no acaparar los insumos médicos que se requieren a nivel global, más tarde sabríamos que esa posición fue avalada por 161 integrantes de los 191 integrantes de la ONU.
El presidente López Obrador incluso se dejó ver con lentes en una de las reuniones que encabezaba para evaluar la estrategia contra el covid-19. Ahora su agenda se conjunta entre encuentros presenciales, donde guarda sana distancia, con conferencias remotas.
La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, por las responsabilidades de su cargo, aún mantiene una agenda presencial, que se conjunta con la digital.
Sigue despertando a las 4 de la mañana para acudir puntual, a las 5:30, a Palacio Nacional a la reunión con el gabinete de seguridad que encabeza el Presidente.
Cerca de las 7:30 de la mañana, llega a su oficina en Bucareli donde enciende sus monitores y micrófonos para dar paso a videoconferencias con gobernadores, legisladores, con los encargados de sus tres subsecretarías, con su equipo de comunicación y a los organismos desconcentrados de la secretaría y con el grupo de prevención de la violencia hacia las mujeres.
Por la tarde, la encargada de la política interna del país, llega a casa y se da tiempo para hacer una ronda de encuentros digitales con sus hijos y nietos; también es la encargada de las relaciones en su familia.
“He tenido que familiarizarme con la tecnología para comunicarme en este aislamiento”, dice la ministra. Hoy es común verla en su iPhone tecleando rápido en Whatsapp y Telegram; hablando firme en Facetime, Zoom y Meet.
El canciller Marcelo Ebrard también tiene como principales aliadas las aplicaciones de comunicación, solo que sus llamadas cruzan fronteras, afortunadamente no por cobrar.
Para los procesos de repatriación de miles de mexicanos en el mundo, el encargado de la política exterior se ha enlazado con sus pares y mandatarios de Europa, Asia y América Latina.
Aunque ha hecho los oficios por 9 mil 899, todavía restan 3 mil 22 que padecen las consecuencias del confinamiento mundial.
La secretaria de Energía, Rocio Nahle, también se apuntó un éxito sin salir de casa. Hace dos semanas se convirtió en la protagonista de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que reducirá la producción en 9.7 millones de barriles diarios para frenar la caída de precios del crudo en el mundo.
La zacatecana plantó cara a las potencias petroleras y desbloqueó el acuerdo tras conseguir que se permita a México recortar su producción en 100 mil millones de barriles diarios en lugar de los 400 mil que le correspondían.
Su postura ante a Arabia Saudita, le valió diversos reconocimientos como el que hizo, también de manera digital el canciller Ebrard: "Muy buen trabajo de Rocío Nahle por defender los intereses de México y a la vez facilitar acuerdo para detener caída de los precios del petróleo".
Legislar en huaraches
Entre los legisladores del Congreso de la Unión también son más frecuentes los encuentros digitales, han encontrado en el lente de la cámara su nueva tribuna donde pueden hablar sin interrupciones y en los corazones y likes las loas y aplausos de sus bancadas para continuar con sus discursos.
El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, se ha convertido en un vlogger le ha bastado con darle click al botón de en vivo para seguir dando sus pronunciamientos.
A veces hasta tiene acompañantes, como cuando hablaba de las medidas de confinamiento en el Senado y su nieta Eva Catalina lo acompañaba mientras hacia la tarea del colegio.
La más agradecida, dice, es su esposa María de Jesús, su Marichuy, con quien por fin come su gustada carne asada y de sobremesa bebe te negro. Tras escribir sus artículos, Monreal se da tiempo de jugar loteria con su familia, o bien seguir de cerca los pasos de los cazadores de nazis que descubren a cientos de altos funcionarios nazis en la ciudad de Nueva York en 1977, quienes conspiran para crear un Cuarto Reich en los Estados Unidos en la serie Hunters de Amazon Prime.
El coordinador de los senadores del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, también es un vlogger graba videos constantemente y suma su lado fitness cuando muestra sus entrenamientos en la caminadora.
El hidalguense ha relajado los códigos de vestimenta política y se inclina por playeras deportivas más cómodas, hasta con huaraches llega al senado para reunir a su bancada vía remota y fijar posiciones.
Su vicecoordinador Manuel Añorve, quien también se ha ido adaptando al confinamiento, tuvo que improvisar un gimnasio de box en casa para “darle al costal todos los días”.
En las reuniones digitales que mantiene con la clase política guerrerense los suma a ayudar a los sectores más vulnerables y afectados por la emergencia sanitaria.
Algunas tardes sale de su casa y va a esos sitio turísticos de Acapulco que hace unas semanas gozaban con la vida por los pasantes, y hoy están únicamente los transitan los acapulqueños que vivían de las ganancias de los vacacionistas.
Añorve, guardando su sana distancia, entrega despensas y productos de limpieza básicos a sus paisanos, para que les sea más llevadero este duro invierno económico y social en pleno corazón del puerto de Acapulco.
El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, es otro de los que se ha hecho aliado de las videollamadas de Whatsapp para mantenerse comunicado con sus comités estales y municipales.
Aunque todos los procesos electorales están detenidos, el próximo año se renuevan 12 gubertaturas y la Cámara de Diputados, de ahí que el campechano encontró en su smartphone “una herramienta eficaz y con rápida respuesta” para seguir operando y hacer política en los tiempos de covid-19.
En su casa están agradecidos, pues tras una campaña por la presidencia del PRI, hoy cada día lo pasa con su esposa e hijos con quienes comparte la mesa para comer, los ratos libres para jugar y las noches pierde elecciones ante ellos para ver películas y series en Netflix.
También aprovecha para leer. El libro que carga a todos los rincones de su casa es Berlín: La Caída, de Antony Beevor que combina en las noches de insomnio con la serie, la Segunda Guerra Mundial.
La política también se queda en casa.
EB