Las estimaciones de casos probables de covid-19 en el país y las predicciones de los días más críticos son absolutamente inválidas y el gobierno federal seguirá “navegando a oscuras” mientras no se hagan pruebas suficientes para detectar a las personas infectadas sintomáticas y asintomáticas, que es lo único que ayudará a un verdadero control de la pandemia.
Así lo consideraron los ex secretarios de Salud federal, José Ángel Córdova Villalobos y José Narro Robles, quienes coincidieron en que para evitar la propagación masiva y controlar la curva de contagios, no hay otra solución que no sea la aplicación de pruebas a la mayor parte de la población.
“Nuevamente las cifras del doctor López-Gatell fallan. Le fallaron en 2009 y le fallan en 2020. El problema es que no se quiso hacer y no se hizo lo que se tenía que hacer que era manejar el sistema de unidades Centinela reforzado, fortalecido y aplicar pruebas diagnósticas para detectar tempranamente personas contagiadas para evitar la transmisión del virus y para tener una mayor idea de cuál es la realidad del curso de la epidemia.“Hoy no podemos tener la reconstrucción de esos datos indispensables para poder definir la efectividad de las medidas que se han tomado y para poder alimentar los modelos del comportamiento de la epidemia y tener una estimación de qué es lo que va a pasar, las estimaciones que nos han dado son absolutamente inválidas y lo que no se vale es tropezarse dos veces con las mismas piedras”, señaló el ex rector de la UNAM.
Mientras que Córdova Villalobos alertó que si no se realizan pruebas, una vez que se regresen a las actividades como se espera el 1 de junio, habría un rebote mucho peor.
“Queremos regresar a trabajar, pues hay que probar a las personas para saber si realmente en los centros de trabajo en donde hay mucha aglomeración de personas trabajando juntos, hay que saber que no hay alguien asintomático pero que está contagiado y que puede ocasionar un problema.“Son fundamentales las pruebas porque si no, el número real que se está detectando es menor al que está sucediendo. Se abren las puertas, se quita la contingencia y empezamos a hacer actividades normales, el riesgo de un rebote y lo dijo la OMS, puede ser muy alto y entonces nos vamos a ver en un problema de perder mucho de lo que hayamos ganado”.
El secretario de Salud en el sexenio de Felipe Calderón señaló que con la manera tan imprecisa cómo se presentó la información sobre las nuevas estimaciones el pasado domingo, “da la impresión de que el interés es manejar cifras controlables en vez de aceptar que puede haber muchos más casos” e incluso, parece poca la intención de querer conocer con exactitud los casos reales.
Los ex funcionarios coincidieron en que al enfrentarse a un virus nuevo, no se pueden tomar sólo modelos antiguos sino que se deben reforzar y más cuando pueden tener síntomas similares a otras enfermedades. Razón por la que se ha cuestionado y dudado de los casos de enfermedades respiratorias o muertes adjudicadas a neumonías agudas.
Córdova Villalobos agregó que “resulta muy cuestionable el tener tanto paciente sospechoso, yo si tengo un sospechoso es porque tiene síntomas, si tiene síntomas pues le hago la prueba y si le hago la prueba entonces ya no hay dudas, no es sospechoso, es confirmado o es descartado.
“Todas estas inconsistencias hicieron que se empezara a dudar de la validez de las cifras que hasta este momento creo que ya resulta casi irrelevante porque no podemos ya creer qué cifras son las verdaderas, las únicas cifras verdaderas van a ser las de los pacientes hospitalizados, el riesgo del colapso hospitalario y el número de defunciones. Y eso sí también no se están obviando algunas, no digo que voluntariamente, pero casos etiquetados como neumonías atípicas que por el brote que se estaba teniendo lo más probable es que muchas de ellas hayan sido por coronavirus, pero ¿Cómo es posible que a esos pacientes que estaban graves no se les haya hecho la prueba?”.