La entrega y ejecución de recursos entregados a las escuelas de nivel de educación básico de parte del programa La Escuela es Nuestra (LEEN) depende únicamente de los Comités Escolares de Administración Participativa, mismos que se integran por padres y madres de familia, por lo cual evitan tener contacto o acompañamiento de instituciones vinculadas a casos de corrupción, afirmó el delegado de los Programas para el Bienestar en Hidalgo Abraham Mendoza Zenteno.
Desde el pasado 2019 hasta la fecha, apuntó el funcionario federal, se han apoyado a cerca de cinco mil planteles educativos de educación básica, de un aproximado de seis mil que supuestamente tiene la entidad, pues tanto la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), la Secretaría de Educación Pública federal (SEP) y la Secretaría del Bienestar a nivel federal no informaron de este censo a Milenio a pesar de haberlo solicitado a través de diversas solicitudes de información.
Pese a esto, aclaró Mendoza Zenteno, no significa que la ejecución de obra pública no deba acompañarse de un expediente técnico tanto de Protección Civil (PC) como de un especialista en la materia para verificar su adecuado desarrollo y que no represente ningún riesgo al alumnado.
“No es dependiendo del monto sino del tipo de obra, en muchas ocasiones aunque una escuela se beneficie con el monto máximo de 600 mil pesos, llega a escuelas que requieren mantenimiento o equipamiento, no necesariamente obra pública; lamentablemente dependencias o instituciones que les daban acompañamiento a estos comités estaban llenas de corrupción por eso no participan estas instituciones como el Instituto Hidalguense de la Infraestructura Física Educativa (Inhife), o las presidencias municipales, porque muchas veces se les propone lugares caros para comprar materiales o corruptos, entonces decide la comunidad escolar y si hay tufo de corrupción no se acercan”, manifestó.
Por otro lado, afirmó Mendoza Zenteno, las intervenciones que se han hecho en los planteles beneficiados por LEEN no presentan o reflejan deficiencias en sus construcciones, incluso presentan mejores ahorros que la infraestructura edificada por la autoridad estatal o municipal, que muchas veces carece de calidad y refleja un costo mayor.
Igualmente, el funcionario federal descartó que el plantel en Tizayuca que sufrió un derrumbe de una techumbre por una fuerte granizada fuera beneficiaria de LEEN, sino que fue una obra derivada de un apoyo de otro nivel de gobierno, “hizo falta supervisión y que bueno que no había alumnos”; además, añadió, ha sido posible edificar aulas a menor costo, “en una comunidad llegó recurso a las madres de familia, mostraron el aula que hicieron por parte de una administración anterior y cuánto costó, y con un apoyo de 600 mil pesos les salió en menos de la mitad que pagó la autoridad por otro aula igual, la población sabe a qué dependencia no acudir porque hay corrupción”, sentenció.
Finalmente, el delegado de los Programas para el Bienestar recordó que hasta el momento atendieron a más de cinco mil planteles educativos en la entidad, esto a pesar de que no substituye la inversión que deben efectuar tanto gobierno estatal como los municipales en los centros educativos, por lo cual si existen carencias en estos inmuebles deben acercarse a la Delegación del Bienestar para buscar este beneficio.
“Si hay escuelas qué tengan problemas con agua potable o servicios básicos y no se les ha hecho caso en mucho tiempo, aunque debían ser atendidos por otras autoridades, los exhortamos a que hagan la solicitud para que sean incorporados al programa de La Escuela es Nuestra, pero no sustituye la inversión que deben realizar los municipios correspondientes u otros órdenes de gobierno”, sentenció.