Las autoridades de Salud en México subestimaron la verdadera carga de casos de covid-19, lo que ocasionó que el país sea uno de los países más afectados por la pandemia, aseguró un informe publicado por la Universidad de California, campus San Francisco.
En el informe, se atribuyó el alto número de muertes y contagios de coronavirus en el país a la poca disponibilidad del gobierno a gastar dinero, realizar más pruebas, modificar la estrategia o reaccionar ante nueva evidencia científica.
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"Las autoridades confiaron en un sistema de vigilancia centinela diseñado originalmente para brotes de influenza que ha detectado principalmente casos graves de la enfermedad. Los datos se pueden utilizar para caracterizar las tendencias de transmisión a nivel agregado.
"Sin embargo, los parámetros para estimar la carga de enfermedad no han sido lo suficientemente transparentes y a menudo han resultado inexactos. Incluso considerando su naturaleza muestral, el sistema de vigilancia centinela ha subestimado por mucho la verdadera carga de covid-19 en México", indicó el documento.
Destacó que la Secretaría de Salud federal tiene registradas cerca de 210 mil decesos por coronavirus, de un total de 126 millones de habitantes, pero debido a que se realizan muy pocas pruebas, se estima que la cifra real es de unos 330 mil.
No obstante, Estados Unidos y Brasil tienen cifras más altas, pero sus poblaciones son de mucho mayor tamaño.
El informe resaltó que México habría tenido una cifra de muertes significativamente menor, si hubiera actuado ante la crisis sanitaria como el promedio de los gobiernos, de acuerdo con el Instituto de Ciencias de la Salud Global de la UCSF, que también divulgó un informe que critica la respuesta de Estados Unidos al covid-19.
El hecho de que las autoridades no hayan recomendado el uso de mascarillas, implementado restricciones a los viajes, proporcionado suficientes pruebas y equipo de protección, ni establecido medidas de distanciamiento social, fueron algunos de los errores mencionados en el informe, el cual fue comisionado al instituto de la UCSF por el panel independiente creado por la Organización Mundial de la Salud para evaluar la respuesta de los gobiernos a la pandemia.
“Decisiones clave sobre cómo enfrentar la crisis de salud se basaron en supuestos injustificados, sin una evaluación suficiente de los riesgos que entrañaban dichos supuestos", mencionó.
Asimismo, señaló una concentración excesiva de la autoridad y "una campaña gubernamental que priorizó mantener las apariencias y la política partidista antes que la salud”.
Por ejemplo, el subsecretario de Salud Hugo López Gatell, quien ha fungido como el encargado de la respuesta del país a la pandemia, dijo en repetidas ocasiones que portar mascarillas no protegía a la gente de contraer el covid-19, incluso después de que crecía la evidencia de que su uso sí la protegía.
“No es una coincidencia que los países con el peor desempeño en su respuesta a la pandemia de covid-19 tengan líderes populistas.
“Tienen rasgos en común, como minimizar la gravedad de la afección, desalentar el uso de mascarillas, dar prioridad a la economía en lugar de a salvar vidas, y negarse a unir fuerzas con sus oponentes políticos para desplegar una respuesta coherente”, señala el informe.
El ex secretario de Salud, José Narro, dijo que “aun cuando tiene algunas inexactitudes, la verdad (está) muy bien”.
Durante el transcurso de la pandemia, López-Gatell dijo que las pruebas masivas eran un desperdicio de dinero y energía, a lo que se sumó la promesa del gobierno sobre un amplio número camas de hospital disponibles, cuando en realidad el sistema estaba saturado en muchos sitios.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha hablado con orgullo de no haberse endeudado durante la pandemia y de no haber lanzado programas de estímulo económico, pues está a favor de la austeridad. Sin embargo, el informe señala que la tacañería podría haber influido en las decisiones de no incrementar la cantidad de pruebas diagnósticas, ampliar el rastreo de casos y de adquirir rápidamente equipo de protección personal.
“Desde el principio, las autoridades de salud consideraron inútiles los esfuerzos para detener o contener el virus, defendiendo en cambio un enfoque de mitigación, así como la preparación del sistema de salud para atender a la minoría que requeriría atención médica”, según el informe.
Pero concentrar tanto poder en las manos de López-Gatell condujo al gobierno a seguir repitiendo los errores que cometió al principio. López Obrador lo asignó al puesto.
El informe reconoció que el gobierno de López Obrador tuvo que lidiar con un sistema de salud que ya estaba abrumado y con “demoras en la búsqueda de atención médica por temor a que, una vez ingresada en un hospital, la persona pudiera contraer la enfermedad o morir”.
Eso significó que muchos pacientes llegaban a los hospitales en etapas avanzadas de COVID-19.
“Es probable que la alta prevalencia de enfermedades crónicas, en combinación con la falta de atención médica oportuna y de calidad, haya contribuido a una mortalidad relativamente alta por covid-19 en la población joven de México”, indicó el informe, refiriéndose a los altos niveles de obesidad y diabetes en el país.
Ello también provocó más decesos entre pacientes jóvenes: El 50.6 por ciento de todas las muertes por covid-19 en México fueron entre personas menores de 65 años, en comparación con el 18.7 por ciento en Estados Unidos.
El gobierno dijo que no implementaría normas obligatorias de uso de mascarillas, confinamientos estrictos o prohibiciones de viaje, señalando que ese tipo de medidas violarían las libertades individuales. Pero el informe hizo notar que el gobierno ni siquiera siguió sus propias reglas, algo que, según el texto, hizo que para febrero la Ciudad de México fuese la segunda metrópolis más afectada por la pandemia en el mundo, detrás de Lima.
“Errores de cálculo por parte de las autoridades, o su manipulación del sistema de alerta epidemiológica establecido —que para el 4 de diciembre señalaba el nivel más alto de riesgo_, las llevaron a posponer la reintroducción de medidas estrictas de confinamiento en la ciudad hasta el 18 de diciembre.
“Para entonces, a punto de comenzar las vacaciones de invierno, la transmisión ya se había disparado””, destacó, refiriéndose a la escala de cuatro niveles basada en el número de casos, las hospitalizaciones y otras medidas que habrían provocado el cierre de negocios.
Costo de vidas humanas por errores ha sido abrumador
“Cada día le lloro a mi hijo” por las circunstancias en las que murió, dijo Martha Méndez Guevara, cuyo hijo, el periodista deportivo de televisión José Roldán Méndez, de 43 años, falleció a causa del covid-19 en junio.
Méndez Guevara llevó fotografías de su hijo y una urna con sus cenizas a la Basílica de Guadalupe el miércoles, para que fueran bendecidas en un altar improvisado para las víctimas de la pandemia.
Señaló que no puede juzgar si la respuesta de las autoridades a la crisis sanitaria fue suficiente, en parte porque no pudo ver a su hijo luego de que fue ingresado en un hospital público en mayo.
“No sabemos si hicieron lo necesario para él; no dejaron que lo visitaran”, comentó.
FLC