Criminalización social, abre paso a redes de trata y explotación de migrantes: Cossío Díaz

José Ramón destacó que el fenómeno de la migración no es natural, sino producto de una serie de fallos humanos.

El fenómeno de la migración no es natural, sino producto de una serie de fallos humanos | Andrés Lobato
Jaime Zambrano
Puebla /

La criminalización social y legislativa de las personas migrantes dio paso a la conformación de redes internacionales de trata y explotación sexual, así como de articulaciones de corrupción que permiten que amplios flujos de personas consigan transitar por todo el país hasta la frontera norte de México.

José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), destacó que el fenómeno de la migración no es natural, sino producto de una serie de fallos humanos que conducen a flujos extensos y peligrosos para las propias personas en movimiento.

Durante el cierre de la edición Otoño 2021 de la Cátedra Cossío de la Universidad Iberoamericana, el especialista en derecho penal lamentó que las personas que intentan cruzar hacia nuestro país y transitar el homérico camino a Estados Unidos proceden expulsadas de sus países de origen y se enfrentan a múltiples vulnerabilidades económicas, sociales y de seguridad.

“La mayor preocupación es la ruptura del principio de universalidad de los derechos humanos: los países receptores privilegian la protección de sus ciudadanos y omiten el bienestar de los visitantes”, comentó.

Cuando la migración es forzada por la violencia, la inequidad o el deterioro del medioambiente, migración se convierte en una problemática que requiere ser gestionada a través de la aplicación efectiva de los derechos humanos.

La legislación por sí sola no puede resolver los problemas, sino que debe ser cobijada por trabajos interdisciplinarios; y la concepción del migrante como ser indeseable es un problema estructural, añadió el investigador.

“La criminalización social y legislativa de las personas migrantes ha dado pie a la conformación de redes internacionales de trata y explotación sexual, además de profundas articulaciones de corrupción (…). El problema de la migración es el humano presente y todas las secuelas que dejará en sociedades que aspirábamos a que tuvieran mayores niveles de igualdad”, manifestó.

La xenofobia no solo construye estereotipos sobre las personas extranjeras, sino que reduce el fenotipo mexicano al del mestizo, lo que ha marginalizado históricamente a la población afromexicana que ascendió a 2.5 millones en el último censo.

“Hay fenómenos en los que se identifica un grupo, se le estereotipa, se le criminaliza y ocurre un fenómeno de psicología social donde parece justificable agredirlo”, expresó el ex ministro de la SCJN.

Las legislaciones en la materia de desaparición de migrantes no están a la altura de las necesidades, situación que se relaciona con un desentendimiento del Estado ante la proactividad de las familias en la búsqueda de desaparecidos.

“El proceso de desaparición está rodeado de estigmas. La premisa andaba en malos pasos y sus derivados provocan la destrucción de las familias que aísla especialmente a las madres, quienes llevan la voz cantante en los procesos de búsqueda. Nuestra sociedad ha construido históricamente procesos muy serios de duelo. El problema es que no hay un cuerpo para el cual desarrollar el rito”, destacó.

AFM

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