La infancia de Joaquín Rubio Sánchez, Vocal Ejecutivo de la Junta Local de Puebla del Instituto Nacional Electoral (INE), transcurrió en Barra de Navidad, Jalisco, a 50 metros de la playa y rodeado del campo.
En una época de intensa calma, donde su mayor preocupación era cumplir con sus obligaciones escolares y las labores que su padre, un campesino, le asignaba para el cuidado del ganado o la siembra.
“Desde muy chico me recuerdo entre las vacas y ayudando a mi papá en el campo. Haciendo labores desde muy temprano en la ordeña. Era primero ordeñar y luego ir a la primaria”.
Narra que fue el octavo de diez hijos en una comunidad de no más de 200 habitantes, la cual tuvo electricidad hasta que él cumplió 7 u 8 años de edad.
“¿A qué jugábamos? A lo que se jugaba en aquel tiempo, la pelota en la calle, las calles de tierra, no había empedrado, qué pensar en pavimento. De esas infancias donde no hay violencia, no hay maldad, juegas en la calle (…) era corretear la pelota, más que jugar futbol, pues la cancha era improvisada, con las piedras que colocaban para delimitar las porterías. No te tenías que preocupar de nada, porque si había uno o dos carros, era mucho”.
¿Qué le gusta hacer en sus ratos libres?
“Leer, leer mucho y pasarla con la familia”.
¿Qué le gusta leer?
“La historia de Roma, la historia de Grecia. Me gusta mucho la novela política, me gusta leer todo lo que no sea de lo que leo entre semana en el trabajo para despejarme un poquito”.
¿Cuál es su comida preferida?
“Todo lo que preparaba mi mamá, en especial una comida de tierra caliente, aunque no somos de tierra caliente, la cecina con huevo, Aporreadillo. El caldo de res me encanta, la comida de Puebla es exquisita, ese es mi gran problema, que hay que luchar mucho con el sobre peso”.
¿Qué deporte le gusta practicar?
“El frontón a mano. Lo empecé a jugar en la universidad, en el parque Ávila Camacho, por un compañero de la Facultad de Agricultura, con el cual vivía. Fuimos compañeros de preparatoria en Cihuatlán, rentamos juntos un departamento y él con sus compañeros empezó a ir a jugar y me invitó. Me gusta el futbol, lo entiendo muy bien, pero me gusta más ir a los estadios, conozco el estadio de Guadalajara, el de Pachuca, Toluca, de todos los lugares, pero me gusta el ambiente, no mucho el futbol. Conozco todos los deportes, pero soy muy malo para hacer deporte, ese es uno de mis pecados. A todos los deportes les entiendo”.
¿Alguna vez se imaginó organizando elecciones?
“No. La verdad no. No me imaginaba más allá de Guadalajara. Para cualquier persona, hijo de un campesino, tal vez lo más allá es la capital de su estado. Trabajé en la Secretaría de Educación en Guadalajara e incluso fui catedrático en la Universidad de Guadalajara y cuando se da la oportunidad en el INE yo era profesor. Un compañero me invita a participar en el concurso en el 99, el IFE, entonces, era algo que no me imaginaba, me invita, concurso, entro como vocal del Registro, pero no era una aspiración para mí y entro en uno de los puestos de menor rango en Tecolotlán, Jalisco, ahí está la zona indígena, esos son mis inicios y la verdad, no me imagina salir de Jalisco y menos donde estoy ahorita, que es el nivel más alto del servicio profesional electoral (…) para mí fue toda una sorpresa, cuando hace dos meses me dicen, ‘te vas a Puebla’, y el clásico, ‘¿Yo? ¿Por qué?’”.
¿Cuál es su máxima en la vida?
“Soy una persona de retos, muy institucional y quien tiene muy claro qué es lo que quiero”.
¿Qué le gusta más, el campo o la ciudad?
“Las dos cosas son muy bonitas, pero me quedaría con el campo. La verdad regresar al campo, pero que tuvieras todo para desarrollarte y que puedas vivir bien”.
¿Cómo era su padre con ustedes?
“Mi papá era muy duro. Tuvo una educación militarizada y era muy duro. Agradezco mucho la educación que nos dio, a lo mejor en su momento no lo entiendes, pero a él y a mi madre les debo todo lo que soy, y en el buen sentido de la palabra, todo lo que no soy también”.
¿Usted cómo es como papá?
“Duro, pero mucho menos que ellos. No tengo tantos, no los hubiera podido mantener, solo tengo tres hijas”.
¿Colecciona algo?
“Libros, tendré alrededor de unos dos mil”.
¿Qué le gusta regalar?
“Un buen libro o dependiendo la persona, puede ser un libro o unas flores o algo típico de mi tierra. Dependiendo si es un amigo, amiga o depende de la ocasión”.
De los 22 estados que ha recorrido, ¿cuál le gusta más?
“Michoacán me encanta, por supuesto Jalisco me gusta mucho y conocí la zona norte de Puebla y es muy bonita, toda la zona de Huauchinango, Teziutlán, Chignahuapan, recorrer toda esa zona es muy bonito. También el sureste del país es muy bonito también”.
MITM