El decreto federal por el cual se creó que Parque Fundidora quedó en el olvido.
Y es que el 11 de marzo de 1988 el entonces presidente de la República, Miguel de la Madrid, cedió los terrenos al gobierno del estado a través de un decreto en el Diario Oficial de la Federación en donde se declara la utilidad pública, conservación y mejoramiento de lo que es el Parque Fundidora.
Hoy cuenta con al menos seis inmuebles que son administrados por empresas privadas.
Es el caso de Cintermex, Plaza Sésamo, Auditorio Citibanamex, la pista de hielo, Arena Monterrey, la Casa de los Loros, entre otros establecimientos, los que dejaron una derrama económica de 61 millones de pesos en el 2019 solo por el concepto de rentas.
De acuerdo con Fernando Villarreal Palomo, director del Parque Fundidora, el Museo de Acero, ubicado en el Horno 3, y el Papalote Museo del Niño no pagan una cuota debido a que son asociaciones civiles sin fines de lucro.
Fue el 25 de abril de 1991 cuando Cintermex inauguró sus instalaciones, en la administración de Jorge Treviño Martínez.
Plaza Sésamo abrió sus puertas en octubre de 1995, cuando la gestión estatal era encabezada por Sócrates Rizzo García.
La Arena Monterrey se inauguró en noviembre del 2003.
En la administración de Fernando Canales se dio la construcción de la pista para desarrollar el Gran Premio de la Serie Cart.
En mayo del 2007 siendo gobernador Natividad González Parás, se crea la Casa de los Loros.
En esta misma administración estatal también se da la construcción de la pista de hielo.
Para el 2010, en la gestión de Rodrigo Medina de la Cruz se reconstruye el Auditorio Coca Cola, al pasar de un espacio al aire libre a ser un espacio cerrado, climatizado, Auditorio Banamex, hoy en día Citibanamex.
A diferencia del decreto federal, que sólo contempla la utilidad pública, la Ley que crea al organismo público descentralizado Parque Fundidora, prevé en su Artículo 2, apartado V, propiciar la participación y compromiso de las instituciones públicas y privadas, del sector social y, en general, de los integrantes de la sociedad, en el desarrollo de actividades relacionadas con el objeto del organismo.