Detectan emisiones tóxicas por fracking en zonas pobladas de Poza Rica y Papantla

La organización Earthworks empleó una cámara térmica FLIR, que visibilizó la emisión de gases como el metano.

‘Fracking’, opción ante la falta de gas que afecta al país
Veracruz /

Una investigación en campo, realizada por la Alianza Mexicana contra el Fracking y Earthworks en Poza Rica y Papantla, Veracruz, permitió encontrar instalaciones de fractura hidraúlica en operación, sin el mantenimiento adecuado; además de pozos abandonados sin ningún proceso de limpieza y remediación, así como la detección de emisiones continuas de gases tóxicos en zonas densamente pobladas, comunidades sin agua y con diversas afectaciones derivadas de la extracción de hidrocarburos mediante fracking.

Durante su investigación, la organización Earthworks empleó una cámara térmica FLIR (que detecta compuestos químicos que tienen absorción infrarroja), que visibilizó la emisión de gasescomo el metano, uno de los principales gases de efecto invernadero, y que es 86 veces más contaminante que el CO2.

Además, la cámara detectó los compuestos orgánicos volátiles COV (benceno, tolueno, etano y propano, entre otros), que tienen impactos en la salud y contribuyen a la crisis climática.

En el recorrido, las ong 's evidenciaron que el fracking se usa sin las mínimas medidas necesarias para proteger a las poblaciones vecinas y mitigar sus impactos ambientales.

Indicaron que los pozos visitados han sido fracturados desde 8 o 10 veces hasta más de 70 veces, y están agotados.

“Cada nueva fractura extiende su vida brevemente: meses o semanas. Los impactos ambientales en términos de la cantidad de agua que se usa y después se vierte, contaminada, en los llamados pozos letrina, para nada hacen sentido con la cantidad de tiempo adicional de extracción de hidrocarburos que se logra. 
"El fracking refuerza lo que ya sabemos: hace años que se acabó el petróleo abundante y barato”, señala la organización.

Durante el recorrido, visitaron plataformas con pozos fracturados tanto en yacimientos convencionales como no convencionales de la zona Activo Integral Aceite Terciario del Golfo. 

Entre ellos: pozo 26 y 428 del Campo Poza Rica; Campo Santa Agueda; Plataforma Remolino 1984 (operada por Weatherford); Campo San Andrés y Campo Furberos. Los pozos con mayor número de fracturas del país son Presidente Alemán-1336, San Andrés-5044 y Furbero-1559, con 93, 85 y 70 fracturaciones cada uno.

Encontraron, por ejemplo, que el Campo Poza Rica número 26 emite grandes cantidades de metano y compuestos orgánicos volátiles. Las dos ventanillas ubicadas encima del generador están abiertas, y emiten fugas constantes de hidrocarburos y de contaminación. 

La cabeza de este pozo tiene mucho crudo a la intemperie y un fuerte olor a gas. Este pozo está a una calle de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana en Poza Rica, junto a una parada de transporte, rodeada de casas habitación y comercios.

Encontraron que la Central Turbinas, ubicada en la zona de San Andrés, Emiliano Zapata, también está rodeada de casas y tiendas, y presenta una emisión continua de gases tanto de la planta de compresión como en las válvulas. 

Denunciaron que hay un quemador de gas continuamente prendido que también emite metano y gases volátiles.

“Los habitantes de la zona comentan que a veces emite olores muy desagradables.
En esta misma zona hay un pozo ya abandonado, dentro de un contenedor de cemento; almacena una mezcla de agua y crudo que burbujea constantemente. Las imágenes de gas óptico muestran una constante fuga de metano y otros compuestos volátiles”.

Dicho pozo lleva abandonado 5 años, y nadie le da mantenimiento. El pozo de agua de una familia que vive a 100 metros de distancia de esta instalación ahora está visiblemente contaminado por crudo, por lo que parte de sus recursos económicos los tienen que destinar a la compra de agua potable.

También los vecinos de la comunidad del Escolín, donde también hay pozos fracturados, reportaron que se secaron sus manantiales a raíz de que comenzaron los proyectos de fractura. 

A la fecha, gran parte de sus ingresos se destinan a la compra de agua en pipas y garrafones para el consumo doméstico.

Las organizaciones destacaron que cada pozo sometido a procesos de fracturación hidráulica requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua dulce que es mezclada con más de 750 sustancias, muchas de ellas tóxicas como el arsénico y benceno, con lo que queda irremediablemente contaminada. 

Es agua que se le quita a las comunidades que la utilizan para el consumo y para actividades agrícolas, lo que es grave, en un país con estrés hídrico y con un régimen de lluvias alterado.

“Los pozos que son fracturados no llegan solos; los habitantes de las comunidades en donde hay fracking se ven obligados a comprar agua, porque se secan sus manantiales y fuentes de agua. 
"A eso se agrega que sin importar si están en operación o abandonados, permanecen emitiendo gases tóxicos para el ambiente y para la salud humana. Es momento de dejar atrás esta sucia tecnología”, concluyó Alejandra Jiménez.

HCM


  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.