Para el gobierno de México, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, es un huésped distinguido, fraterno y admirado, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en la ceremonia oficial de bienvenida del mandatario isleño.
En un breve discurso en el Aeropuerto Internacional de Campeche, López Obrador dijo que es un honor recibir a Díaz-Canel porque ambos países mantienen relaciones de hermandad política.
“Por eso y muchas cosas más usted presidente Miguel es para el gobierno que represento, para el gobierno de México, un huésped distinguido, admirado y fraterno. Gracias por venir”, expresó tras el descenso de Díaz-Canel de un avión de la aerolínea venezolana Conviasa.
En su discurso, que no superó los cinco minutos, el presidente de México hizo un recuento de la relación histórica que se tiene con Cuba.
Recordó que en México ejerció el periodismo, la poesía y la literatura José Martí y se tuvo la fortuna de que Pedro Santacilia, “otro isleño de corazón”, fuera yerno y consejero de Benito Juárez. Enfatizó la labor del embajador cubano, Manuel Márquez, quien defendió en “tiempos de canallas” a Francisco I. Madero.
Pero además, dijo que no se puede guardar silencio ante el hecho histórico cuando el Granma zarpó del puerto de Tuxpan con un grupo de revolucionarios para liberar a Cuba de la dictadura de Fulgencio Batista.
“Y lo más importante definir por más de 60 años con la voluntad y el respaldo de un pueblo indomable la frontera que siempre debe existir entre la soberanía y el afán de dominio hegemónico”, remarcó.
Al concluir la ceremonia los presidentes abordaron su vehículo para trasladarse a la zona arqueológica de Edzná donde Díaz-Canel será condecorado con la orden mexicana del Águila Azteca en grado de collar.
EHR