Con 26 votos a favor, dos en contra y una abstención, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de reformas a la Ley de Disciplina Financiera de Entidades Federativas y Municipios y otras disposiciones para permitir a los estados reestructurar deuda de corto plazo, diferir pagos y destinar recursos presupuestales para enfrentar la emergencia sanitaria y económica generada por covid-19.
Dicho proyecto es el primero de los cuatro dictámenes del paquete fiscal para 2021 que se prevén discutir y votar hoy miso en el pleno.
No obstante, el legislador priista Fernando Galindo, así como los petistas Reginaldo Sandoval y Oscar González Yánez alertaron sobre los riesgos de flexibilizar los “candados” en materia de disciplina financiera de estados y municipios.
Al fundamentar su abstención, Galindo advirtió que la posibilidad de renegociar deudas de corto plazo podría generar una “bomba” para los gobiernos que sean electos para iniciar funciones después de 2021.
“Lo que le va a pasar a estos gobiernos de transición es que les van dejar una bomba de deuda de corto plazo a las nuevas administraciones al 31 de diciembre del próximo año y me parece que eso no va ayudar mucho”, puntualizó.
El coordinador del PT, Reginaldo Sandoval, subrayó que la reforma abre nuevamente la puerta al endeudamiento con créditos de corto plazo, cuando algunos estados ya vivieron la “desgracia” y “amarga experiencia” que ello implica.
“El gobierno federal ha resistido el tema de la salida fácil del endeudamiento; nosotros sostenemos que esta reforma a la ley de disciplina financiera lo que hace es quitarle lo que traíamos de reglamentación para que no quedara el endeudamiento suelto”, dijo.
El diputado Carol Altamirano, de Morena, fue el encargado de presentar y defender el dictamen de la Comisión de Hacienda, al señalar que la reforma permitirá encarar de mejor manera las tensiones en las finanzas públicas generadas o agravadas por la contingencia sanitaria y económica.
“Lo que se propone es cubrir situaciones y omisiones que hoy son una camisa de fuerza. En la discusión de la anterior legislatura nadie previó que, así como se requieren medidas extraordinarias por temas de seguridad pública o protección civil, también se necesitaría enfrentar la crisis de salud o impactos económicos originados por una emergencia”.
Entre los principales puntos de la reforma, Altamirano enumeró la posibilidad de destinar recursos de los presupuestos para desastres naturales a situaciones extraordinarias en materia de salubridad general; contratar personal de salud adicional en casos de emergencia, así como incluir previsiones financieras ante caídas del PIB superiores 1 5 por ciento.
En ese caso se permitirá la reestructuración de deuda a corto plazo celebrada en el ejercicio anterior, a fin de ampliar la fecha de liquidación, además de considerar el diferimiento temporal de adeudos de corto y largo plazo.
“Se propone que las entidades federativas y municipios puedan diferir los pagos de la deuda de corto y largo plazo por un periodo de hasta doce meses. Lo anterior está en línea con la argumentación pública del Ejecutivo federal a favor de las reestructuraciones porque representan un alivio temporal para los estados y municipios”, expuso el legislador morenista.
RLO