Aunque Vidal Llerenas Morales (Colima, 1972) rindió protesta como alcalde de Azcapotzalco el pasado 1 de octubre y se ha desempeñado como diputado federal (2015-2018) y capitalino (2012-2015), asegura que no tiene un cargo favorito y todos los ha disfrutado de igual manera.
Fanático de Soda Stereo, banda por la que su equipo de trabajo le pide constantemente que cambie de canciones, dice que “Persiana Americana” siempre será su favorita; también admite que no es el más diestro en la cocina, pero le entra y su especialidad es la machaca.
A pesar de su trayectoria y bagaje en el sector público, en entrevista refleja ser un hombre de pocas palabras... quizá la grabadora lo cohibió o tal vez fue la incomodidad de no traer sus lentes de contacto.
¿Desde niño quiso servir a la ciudadanía?
Sí, siempre me gustó la política, desde muy chico.
Es especialista en números.
Pues más o menos (bromea).
¿Cómo fue su acercamiento a esta área?
Estudié economía, pero eso era medio normal, a la gente que le interesaba la política estudiaba eso, no era raro en ese entonces.
¿Cómo fue su salida del PRD en 2015?
Tuvo que ver con el deterioro del partido, en cómo fue cooptado por ciertos grupos y que no había oportunidades de participación.
¿Cómo sobrelleva las críticas que adquiere automáticamente al estar en un cargo público?
Tratando de hacer un buen trabajo... Hay que entender que estás en el ojo público y que por ello muchas cosas pueden pasar.
¿Cómo es un día en la vida de Vidal Llerenas?
Me levanto entre seis, seis y media. Me preparo y voy a las reuniones de seguridad, luego tenemos actividades en la oficinas, a veces fuera, y por las tardes con las comunidades.
¿Tiene alguna manía que lo acompañe durante su rutina?
El teléfono es una manía ahora, ¿no? Estar en las redes sociales desde que despierto, los mensajes... todo.
¿Cómo sería su día perfecto?
Ir al cine, estar en la casa, leer... tratar de tener tiempo.
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Lo que es un hecho es que aun con su reservada imagen, los fines de semana se pone su camiseta de los Pumas.
¿Cuáles son sus hobbies?
Me gusta leer, me gusta el futbol, desde chico le voy a los Pumas.
¿Serán campeones este año?
¡Híjole! No creo, la verdad. Se me hace que el pasado tuvieron alguna chance, no la tuvieron tan lejos.
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Con cada respuesta reafirma su pasión por su trabajo, pero si se trata del hogar, solo hay amor hacia su familia.
¿Y en casa, quién cocina?
Mi esposa cocina bien, no estoy seguro que sea seguido, pero lo hace bien. En cambio a mí me gusta comer bien, pero no necesariamente cocino.
¿Usted tiene una especialidad?
Son pocas cosas, no soy muy diestro, pero considero que la machaca.
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Pero el sazón en la cocina no es un problema, su verdadero talón de Aquiles lo encontró en sus lentes ya que, si se los quita, necesita “hasta un lazarillo”, para disfrutar uno de sus hobbies.
¿Y qué hace para relajarse luego de un día pesado?
Puedo leer, tomar una copa de vino, estar con mis hijos, ver una serie...
¿Su película favorita?
Tengo que ser consistente... creo que Lincoln y Todos los hombres del presidente, las veo seguido.
¿Su canción preferida?
“Persiana Americana”. Mi equipo de trabajo bromea con que ya le cambie, pero pues esa es, ni modo.
¿Sabe tocar algún instrumento?
No, eso si no, y como que no está en mis planes aprender.
Para terminar, alcalde, su cumpleaños se acerca…
Ya mero, es en el Día del Tamal...
¿Y su deseo cuál será?
Más recursos para Azcapotzalco.
¿En lo personal?
Estar bien con la familia, nada en particular.
¿Cuál es su libro favorito?
El museo de la inocencia, de Orhan Pamuk.
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La entrevista termina con risas, y ya fuera de su papel de alcalde, Llerenas comenta que últimamente está obsesionado con los libros del siglo XIX, con temas de la intervención de EU en México y el personaje de Porfirio Díaz que, ahora por el cargo, tardará semanas en terminar.