Con 453 votos a favor y 24 abstenciones, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó las reformas al Código Penal Federal y otros ordenamientos para tipificar el feminicidio en grado de tentativa y sancionarlo con una pena de 20 a 40 de cárcel.
El proyecto turnado al Senado de la República para su análisis y eventual ratificación impone la prisión preventiva de oficio para el responsable del delito, sin posibilidad acceder a los beneficios de libertad condicional o anticipada, ni sustitución de la pena.
De acuerdo con el dictamen presentado por la Comisión de Justicia, “en los casos de feminicidio cometidos en grado de tentativa punible, la autoridad judicial impondrá una pena de prisión que no será menos a la mitad y podrá llegar hasta las dos terceras partes de la sanción máxima prevista para el delito consumado”.
La disposición vigente en el Código Penal Federal prevé una pena máxima de 60 años de cárcel por el delito de feminicidio, por lo que la mitad de ese lapso es de 30 años y las dos terceras partes equivalen a 40 años.
En representación de la mayoría parlamentaria de Morena, la diputada Andrea Chávez remarcó la necesidad de proteger a las mujeres que han sido víctimas de tentativa de feminicidio, sin que la ley vigente tipifique y sancione esa conducta.
Remarcó que la reforma significa la reivindicación de los derechos de las mujeres que desde los años 90 murieron asesinadas en Ciudad Juárez y siguen muriendo hoy en todo el país.
“Dada la crisis de seguridad y violencia que vive nuestro país, hoy por hoy no hay medida cautelar que garantice al cien por ciento la integridad de las mujeres que fueron agredidas que no sea, en este caso, la prisión preventiva oficiosa. No podemos tolerar que haya un solo encabezado más de una mujer asesinada que haya pedido medidas de protección y que éstas hayan fallado para terminar con el amargo desenlace que ya conocemos”, puntualizó la legisladora panista Paulina Rubio, al fundamentar el dictamen.
En su turno, la legisladora perredista Elizabeth Pérez llamó a los legisladores de todos los grupos parlamentarios a no ser indolentes ante la violencia contra las mujeres, sobre todo cuando la reforma representa la oportunidad de garantizarles "lo que ellas y nosotras hemos gritado en la calle: ni una más".
EHR