La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad una reforma a la Ley Nacional de Ejecución Penal con el fin de que los centros penitenciarios cuenten con espacios separados para la lactancia y se garanticen así la integridad, seguridad, higiene y privacidad a la mujeres internas y sus hijos.
Avalado con 463 votos, el proyecto turnado al Senado reafirma el derecho de las mujeres privadas de su libertad a conservar la guardia y custodia de sus hijos menores de tres años y mantenerlos en el centro penitenciario, siempre que no contravenga el interés superior del infante.
De acuerdo con el dictamen, en el momento en que los hijos de las internas alcancen la edad máxima de estancia dentro del centro penitenciario, la autoridad deberá implementar una separación sensible y gradual.
La reforma establece que en un plazo no mayor a 180 días naturales después de publicado el decreto, las autoridades penitenciarias deberán realizar las adecuaciones reglamentarias que resulten necesarias.
Prevé asimismo que las erogaciones para instalar los espacios de lactancia se realizarán con cargo a los presupuestos aprobados para el ejercicio fiscal, por lo que no se autorizarán ampliaciones al presupuesto respectivo ni subsecuentes.
La diputada Julieta Mejía, de Movimiento Ciudadano, sostuvo que los niños que viven en centros penitenciarios merecen condiciones dignas, pues actualmente hay más de 500 menores viviendo en sobrepoblación, violencia, falta de espacios y servicios adecuados para su formación y desarrollo.
Advirtió que la carencia de lugares exclusivos e higiénicos de lactancia es inaceptable, toda vez que solo 11 de 450 centros penitenciarios cuenta con ellos, mientras las autoridades han sido omisas ante esta situación y es un derecho que se ha negado a 60 por ciento de las mujeres en las cárceles.
En su turno, el diputado panista Guillermo Octavio Huerta remarcó la necesidad de un marco legislativo que priorice los derechos humanos de las mujeres y los menores de edad.
Señaló que no existen espacios exclusivos e instalaciones especiales para mujeres embarazadas o que dieron a luz, y menos de la tercera parte de los centros de readaptación social cuentan con área destinada para el desarrollo.
Consideró que la lactancia se obstaculiza ya que se carece de espacios dignos para que puedan desarrollar esta actividad en apego a sus derechos humanos.
JLMR