Tras siete horas de discusión y después de desechar 85 reservas, la Cámara de Diputados aprobó sin cambios la Ley Federal de Derechos para 2023 con el fin de actualizar los cobros por uso o aprovechamiento de bienes de dominio público y prestación de servicios consulares, migratorios, aduanales, aeroportuarios, ferroviarios y del espectro radioeléctrico.
La Mesa Directiva en el Palacio de San Lázaro ordenó turnar el proyecto al Senado para su eventual ratificación.
El pleno inició de inmediato la discusión de la Ley de Ingresos 2023 sin prever cambio alguno al proyecto del Ejecutivo que, entre otros aspectos, considera un ingreso estimado de 8 billones 299 mil millones de pesos y un endeudamiento interno de un billón 176 mil millones.
De acuerdo con el dictamen de la Comisión de Hacienda, entre las previsiones del gobierno federal para el próximo año destaca un crecimiento de 3 por ciento, una inflación de 3.2 por ciento, tipo de cambio de 20.6 pesos por dólar, precio del barril de petróleo de 68.7 dólares y una plataforma de producción petrolera de un millón 872 mil barriles diarios.
Antes de iniciar el debate, los grupos parlamentarios de la oposición anticiparon su voto en contra.
El líder de la bancada del PAN, Jorge Romero, sostuvo que la Ley de Ingresos presentada por el Ejecutivo para el próximo año “es poco realista e ignora totalmente el problema de la inflación, que el pasado mes de septiembre alcanzó el 8.7 por ciento”.
Adelantó por ello la propuesta panista de un “Plan de Alivio” de diez puntos, entre los que destaca un seguro de desempleo, una tasa de 2 por ciento de ISR durante tres años para el primer empleo, incentivos a empresas que contraten a mayores de 45 años, deducción de prestaciones a trabajadores, incentivos fiscales por contratar jóvenes y deducción de colegiaturas, además de revivir el Instituto Nacional del Emprendedor, deducir impuestos en compra de vehículos eléctricos, expedir la Ley General de Emergencia Económica y reducir a 8 por ciento el IVA en la frontera.
Los legisladores priistas Blanca Alcalá y José Francisco Yunes anticiparon el voto de su fracción legislativa contra la Ley de Ingresos, por considerar que el proyecto incumple el propósito de promover el crecimiento de la actividad económica, sino es un paquete es inercial que no modifica las cargas ni los alcances de los ingresos tributarios.
El coordinador del PRD en el Palacio de San Lázaro, Luis Cházaro, sostuvo a su vez en redes sociales que el dictamen de la Ley de Ingresos considera perspectivas de crecimiento irresponsables, un déficit histórico y parámetros petroleros irreales, es decir, un precio del barril subestimado y una producción sobrevalorada.
JLMR