La Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de reformas a la Ley General de Salud para disponer de 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar, antes Fondo de Protección para Gastos Catastróficos, con la intención de reasignar esos recursos a la atención de la pandemia de covid-19.
Avalado con 28 votos a favor y seis en contra, el dictamen fue turnado a la Mesa Directiva en el Palacio de San Lázaro con la expectativa de discutirlo y votarlo esta misma semana en el Pleno.
No obstante, el legislador priista Fernando Galindo advirtió que la iniciativa de Morena no da certeza alguna sobre el destino de los 33 mil millones de pesos para comprar las vacunas contra covid-19.
“No hay ninguna partida por 33 mil millones de pesos para la compra de vacunas, al contrario, si uno ve el programa de vacunas de la Secretaría de Salud y el Insabi, trae una reducción, y entonces en el fondo, lo que está pasando con estos 33 mil millones que pretenden reintegrar a la Ley de Ingresos es financiar el gasto corriente del gobierno”, subrayó.
La diputada panista Sonia Rocha puso también en entredicho la finalidad que se pretende dar al fondo y rechazó “endosar” esos recursos al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Creemos en el grupo parlamentario del PAN que es un grave error quitarle este recurso al Fondo de Protección para Gastos Catastróficos, cuando ni siquiera garantía tenemos de que realmente va a ser para el tema de las vacunas”, dijo.
En su turno, el legislador Ricardo Gallardo, del PVEM, expresó el respaldo de su bancada a la reforma, pero llamó a darle seguimiento a los 33 mil millones de pesos para verificar su aplicación.
La iniciativa de reformas al artículo 77 bis 17 prevé acceder 33 mil millones del Fondo de Salud para el Bienestar, al afirmar que año con año ingresan más recursos de lo que en realidad gasta en la atencón de pacientes con enfermedades catastróficas.
Plantea destinar el remanente a fortalecer acciones en materia de salud a través del reintegro de recursos a la Tesorería de la Federación.
“No desaparece el fondo, pero se permite al sistema de salud evitar el efecto acumulativo que hoy impide la aplicación de miles de millones de pesos a la atención del problema de salud pública más grave en más de cien años”, indica.
icc