El pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad las reformas y adiciones a la Ley Orgánica de la Armada de México para reorganizar el mando naval, con el fin de garantizar la seguridad marítima y la defensa militar de las costas.
Avalado con 442 votos, el proyecto retoma la figura de Jefatura de Operaciones Navales del Estado Mayor Conjunto y crea las comandancias de Unidades de Superficie, de Aeronáutica Naval y de Infantería de Marina.
Dichas comandancias serán encabezadas por almirantes designados por el Presidente de la República, a propuesta del titular de la Secretaría de Marina.
De acuerdo con el dictamen de la Comisión de Marina de la Cámara de Diputados, la estructura de mando de la Armada de México se mantiene con un mando supremo ejercido por el Presidente de la República, seguido del alto mando a cargo del secretario de Marina.
El jefe del Estado Mayor es el siguiente al mando de la Armada de México, tras el almirante secretario.
El dictamen subraya que la unidad de mando es esencial para garantizar la seguridad marítima y la defensa militar de las costas, así como para coadyuvar en la seguridad interior del país.
“La Armada de México es una institución militar nacional de carácter permanente, cuya misión es emplear el poder naval de la federación para la defensa exterior, proteger la soberanía de la nación, mantener el estado de derecho en las zonas marinas mexicanas y coadyuvar en la seguridad interior del país”, señala.
Advierte asimismo que la unidad de mando es fundamental para la Marina Armada, pues permite una coordinación efectiva entre las distintas unidades y ramas de las fuerzas armadas, así como con otras instituciones, para garantizar la seguridad y defensa de las costas y del espacio marítimo de México.
La Comisión de Marina, presidida por el legislador morenista y almirante en retiro Jaime Martínez, respaldó por ello la reestructuración jerárquica de la Armada de México para ofrecer la capacidad militar que se requiera para una política de defensa nacional.
LG