El pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, con 473 votos, la reforma al artículo 123 constitucional para otorgar un apoyo mensual de un salario mínimo (7 mil 467 pesos en 2024) hasta por un año a los jóvenes de entre 18 y 29 años en desocupación laboral y sin cursar educación formal, a fin de recibir capacitación en negocios, empresas, talleres o tiendas.
Como parte del llamado Plan C del presidente Andrés Manuel López Obrador, el proyecto turnado al Senado de la República para su análisis y ratificación plantea así elevar a rango constitucional el programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
“El Estado otorgará un apoyo económico mensual equivalente al menos a un salario mínimo general vigente a jóvenes entre 18 y 29 años que se encuentren en desocupación laboral y no estén cursando algún nivel de educación formal, a fin de que se capaciten para el trabajo por un periodo de hasta doce meses en negocios, empresas, talleres, tiendas y demás unidades económicas”, establece la adición al texto constitucional.
Al fijar la posición de Morena a favor del dictamen, el diputado Guillermo Santiago denunció la estigmatización de los jóvenes que no estudian ni trabajan, y defendió la reforma constitucional.
“En el pasado, a las y los jóvenes nos criminalizaron, estigmatizaron y nos dijeron que éramos ninis en el sexenio de (Felipe) Calderón. Nos responsabilizaron de la desgracia nacional, lo cual era una completa y absoluta mentira. Las y los jóvenes no somos ninis, sino personas con derechos y con capacidad que queremos el desarrollo para nuestro país. Antes decían que no ajustaba el presupuesto para atender a los jóvenes, pero el problema no era la falta de dinero, era que sobraban rateros”, arengó.
Por el PAN, la legisladora Abril Ferreyro expresó el respaldo de su partido al dictamen, pero sostuvo que la propuesta se queda “corta” y planteó una beca universal para los jóvenes mexicanos.
“Reconocemos esta propuesta, pero reiteramos que se queda corta, porque no podemos permitir que el apoyo a jóvenes sea exclusivo solamente para quienes no trabajan o no estudian. Es por ello que proponemos que el apoyo sea universal, accesible y para todas las juventudes. Que no se quede nadie afuera, especialmente aquellos en situación vulnerable”, dijo.
En su turno, el priista Carlos Eduardo Gutiérrez señaló que el programa de apoyo a los jóvenes tiene futuro, pero solo si se corrigen fallas y se garantiza que los recursos lleguen a los jóvenes, sin quedarse en manos de quienes los distribuyen con fines personales o políticos.
“Debemos rechazar las imposiciones, la opacidad, y, sobre todo, los condicionamientos que han caracterizado las políticas del oficialismo. No se trata de controlar a los jóvenes, se trata de empoderarlos, y por eso es fundamental que este apoyo se eleve a rango constitucional, para que su aplicación sea universal y no dependa del color o de las siglas de un partido político”, remarcó.
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