La Comisión Nacional de Derechos Humanos informó que la expulsión de migrantes mexicanos se redujo “drásticamente” en más de una década, al pasar de 140 mil 50 mil personas en promedio anual, a pesar de las constantes amenazas de las autoridades de Estados Unidos.
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“En el periodo de 2006 a 2009 se registró 140 mil expulsiones anuales de migrantes mexicanos, básicamente de Estados Unidos, a sus estados de origen y, a partir de 2010 a 2015, hubo un descenso bastante marcado.
"En todo el quinquenio se registraron alrededor de 443 mil casos y, a partir de 2015 hay un estancamiento, con un nivel promedio de 50 mil expulsiones anuales”, explicó Edgar Corzo Sosa, quinto visitador general de la CNDH.
Al presentar el Informe especial: Políticas multinivel para el retorno y la (re)inserción de migrantes mexicanos y sus familias Propuesta de política pública, Corzo Sosa detalló que el problema real se presenta cuando esos migrantes regresan a su entidades de origen que carecen de políticas capaces de atender sus necesidades básicas de empleo, educación y acceso a la seguridad social.
“No se advierte que el Estado Mexicano esté trabajando activamente en las políticas públicas que se deben implementar a fin de estar en posibilidad real de garantizarles a las personas retornadas, una reinserción exitosa en nuestro país", dijo al firmar una alianza con el Colegio de la Frontera Norte.
“Ahora se dan tarjetas de visitante por razones humanitarias, pero que antes era un registro obligatorio de solicitud de la condición de refugiado y que mañana no sabemos qué otra cosa será, pues bueno que haya una política pública definida que para eso yo creo ayuda muchísimo este informe elaborado con el Colegio de la Frontera Norte", agregó.
El visitador de la CNDH destacó la urgencia de pensar en políticas integrales para el retorno de migrantes mexicanos.
OVM