En 2010 fue detenido por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública durante un operativo en el Estado de México. Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, pasó de ser jefe de sicarios del cártel de los hermanos Beltrán Leyva a uno de los delincuentes más buscados por Estados Unidos.
Cinco años después ese país logró que Valdez Villarreal fuera entregado en extradición desde México, para comenzar un proceso en su contra, junto a otros de sus asociados. El narcotraficante fue sentenciado en 2018 a 49 años de prisión, tras haberse declarado culpable de traficar cocaína hacia Estados Unidos y por lavar dinero procedente del tráfico de drogas.
Ahora que se lleva a cabo en Estados Unidos el juicio de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, Valdez Villarreal ha sido señalado en diversas ocasiones por presuntos sobornos a las autoridades federales.
Incluso, se ha barajado la opción de que La Barbie participe como testigo en el proceso, luego de que se informara el 28 de noviembre ya no se encuentra bajo custodia de autoridades penitenciarias estadunidenses, según pudo confirmar MILENIO.
Tras una revisión del Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos (BOP), aparece que Valdez, con número de registro 05658-748 ya no está bajo custodia.
¿Quién es La Barbie?
El 31 de agosto de 2010, Ramón Pequeño, jefe de la división antidrogas de la Policía Federal, junto al comisionado de la PF, Facundo Rosas, anunciaron la detención de Édgar Valdez Villarreal, de 37 años.
El capo era acusado por los delitos de delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad, delitos contra la salud y homicidio calificado. La Barbie era una importante figura en la estructura de operación y de sicarios del cártel de Sinaloa.
La entonces Procuraduría General de la República (PGR) le atribuyó la creación de los halcones, un grupo de jóvenes que eran reclutados para mantener informados a los cárteles.
Al momento de su detención era considerado uno de los capos más buscados, la PGR ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos por información que llevara a su captura, mientras que Estados Unidos daba 5 millones de dólares.
La Barbie nació en Laredo, Texas, el 11 de agosto de 1973 e inició su carrera delictiva en Estados Unidos donde fue detenido en tres ocasiones, por daños, narcotráfico y posesión de mariguana.
De acuerdo con Ramón Eduardo Pequeño García, jefe de la División Antidrogas de la Policía Federal, La Barbie inició su carrera a los 19 años de edad cuando fue detenido en posesión de mariguana en San Luis, Missouri.
En 1989 se trasladó a la Ciudad de México donde conoció a Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, quien lo reclutó. La Barbie fue primero operador para el trasiego de drogas del cártel de Sinaloa y se encargó de reclutar a autoridades para dicho grupo criminal.
Según las autoridades estadunidenses, Valdez Villarreal comenzó sus actividades criminales desde el año 2000 como distribuidor de mariguana en su natal Laredo, Texas. De ahí expandió su negocio a Nueva Orleans, Louisiana, y Memphis, Tenese, y se alió con el cártel de los Beltrán Leyva en México.
En 2001 se le encomendó pelear la plaza de Nuevo Laredo al cártel del Golfo, encabezado por Osiel Cárdenas Guillén y su brazo armado Los Zetas.
En el 2003 fue designado como jefe de seguridad personal de Arturo Beltrán Leyva y en 2004, el líder de esa organización le asignó el control de la plaza de Acapulco.
Según la justicia estadunidense, logró formalizar la distribución de cocaína en Memphis, Tennesse y Georgia, Atlanta, con lo que, aseguran, lograba trasladar hasta 600 kilos de cocaína a la semana hacia Estados Unidos.
Tenía bajo su mando a varios sicarios, entre ellos a José Jorge Balderas Garza, El JJ, cuyo nombre se dio a conocer luego de que, tras una discusión, le disparara en la cabeza al jugador del América, Salvador Cabañas, en el Bar Bar, en el entonces Distrito Federal.
Dos años más tarde, en 2006, La Barbie estuvo al frente de las operaciones del cártel en todo Guerrero, donde extendió el control de Los Beltrán Leyva ejecutando y reclutando a líderes de otras organizaciones criminales y productores de droga.
La Barbie habría formado parte del cártel de Sinaloa cuando se asoció con ellos, con lo cual lograron establecer un esquema para traficar cocaína colombiana y de otros países de Sudamérica hacia Norteamérica utilizando lanchas, aeronaves e incluso tráileres. Además, en Estados Unidos aseguran que entregaba sobornos a autoridades mexicanas para poder realizar sus delitos.
A mediados de 2007, participó en una reunión con los líderes de los cárteles de Sinaloa, Juárez, Golfo y Zetas para pactar el termino de las agresiones entre los grupos delictivos.
Luego de esta reunión fue cuando se dio la ruptura de las relaciones entre el cártel de Sinaloa y los Zetas, tiempo en el que La Barbie fue apartado del círculo cercano de El Barbas por la rivalidad que mantenía con Miguel Ángel Treviño Morales, El Z40.
En diciembre de 2009, tras la muerte de El Barbas, los hermanos Beltrán Leyva culparon a La Barbie de haberlos traicionado, por lo que se rompió su relación con el cártel de Sinaloa.
Luego de esta ruptura, el narcotraficante Édgar Valdez Villarreal formó su propia organización delictiva que tomó el control de Guerrero y tuvo presencia en otras entidades como Morelos, Estado de México, Nuevo León, Tamaulipas, Quintana Roo y el Distrito Federal.
En esa época, fue cuando Valdez Villarreal entabló relación con Joaquín Guzmán Loera, Ismael Zambada García, Juan José Esparragoza Moreno, Ignacio Coronel Villarreal, Heriberto Lazcano y Miguel Ángel Treviño Morales. De acuerdo con el jefe de la División Antidrogas de la PF, La Barbie traficaba una tonelada de cocaína al mes.
Con información de Ángel Hernández
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