Uno de los proyectos más importantes del Gobierno del Estado de México en coordinación con la Universidad Autónoma del Estado de México, Tecnopolo Esmeralda, un edificio inteligente que costó más de 250 millones de pesos, se encuentra en abandono total derivado de una problemática ejidal que ni las autoridades universitarias ni estatales han podido resolver en casi una década.
Hoy se encuentra desmantelado, registra el robo de ventanas, vidrios, cableado, instalaciones de cobre y todos los objetos metálicos hasta dejarlo prácticamente en esqueleto.
Una estructura arquitectónica diseñada por el artista Sebastián, el proyecto del Tecnopolo Esmeralda contempló un edificio que sería un Centro de Innovación y Transferencia de Tecnología y Negocios; además de un Centro de Innovación en Tecnologías para la Salud que serían aprovechados tanto por la máxima casa de estudios mexiquense como por oficinas de la administración mexiquense.
Las instalaciones también incluirían oficinas, corporativos y centros administrativos del gobierno estatal y de la Universidad Autónoma del Estado de México, pero sólo permanecieron operando unas semanas. Se pretendía que fueran de apoyo para la creación de empresas que trabajaran con base tecnológica y donde se desarrollaran soluciones de software para la industria biomédica y farmacéutica, para los sectores de salud y gubernamental.
En aquellos años, correspondientes al sexenio del gobernador Eruviel Ávila Villegas, se proyectaba como un desarrollo modelo, con un área donde se incorporarían empresas privadas a las que se asesoraría en tecnologías de punta.
En el edificio principal, una torre de cristal obscuro, según el frustrado proyecto sería el Centro de Innovación y Transferencia de Tecnología y Negocios y un Centro de Innovación en Tecnologías para la Salud, según se dijo en su inauguración.
Se conoció por su historial que, en los primeros meses de 2013, se firmó entre el gobierno del Estado de México y la UAEM el ‘Convenio para la Construcción y Equipamiento del Edificio sede Tecnopolo Esmeralda’.
Su edificación habría concluido en diciembre de ese mismo año de 2013. Sin embargo, algunas semanas después de terminada la torre principal, un camino de acceso de dos sentidos con camellón central y un núcleo de oficinas en un nivel, los Ejidatarios de Atizapán ganaron un amparo donde se les reconoció como propietarios (291/2009-D) de una extensión de mil 672 hectáreas que la Comunidad Agraria de Atizapán ahora tiene en su posesión.
Por lo anterior, el edificio central Tecnopolo Esmeralda que tuvo un costo de 75 millones de pesos, su estructura urbana y oficinas que costaron 250 millones de pesos, fueron abandonados completamente. Sacaron el mobiliario que ya habían instalado y dejaron las instalaciones vacías. El lugar que pretendía ser un edificio modelo fue desvalijado hasta dejarlo prácticamente como un esqueleto en obra negra.
La raíz del problema
Las autoridades municipales se encuentran limitadas para realizar cualquier acto de gobierno en el lugar, como lo explicó el ex regidor y dirigente social de Las Águilas, Juan Gómez, quien destacó que esa extensión de mil 672 hectáreas de la Comunidad Agraria de Atizapán son terrenos aún en disputa, y son parte de una pelea histórica entre particulares. Abarca algunas de las zonas comerciales y residenciales más exclusivas de este municipio, entre las que destaca la Zona Esmeralda.
Según el cronista municipal, Arturo Trueba Urbán, se trata de un conflicto de ejidatarios con supuestos propietarios de estas tierras, donde se encuentra el Tecnopolo Esmeralda, “un conflicto histórico, donde ya un Tribunal les reconoció a los ejidatarios su derecho como propietarios del esa vasta zona de terrenos”, dijo.
Explicó que por la misma razón nadie más que los ejidatarios pueden hacer uso del inmueble y las instalaciones, no obstante, nunca ocuparon ese edificio inteligente, que luego fue objeto de saqueos. Según refirieron vecinos, “vinieron policías estatales que estuvieron quitando los marcos de aluminio de los ventanales, mismos que luego llevaron a vender a los comercios de reciclaje de la zona”, aseguraron.
José, un ex vigilante de la policía auxiliar, dijo que de ese inmueble se robaron los accesorios de los baños, del elevador, de las oficinas, el cable de instalaciones eléctricas, cables de datos, cristales completos y todo lo metálico, “incluso un perro pitbull que nos acompañaba a cuidar las instalaciones, un fin de semana que llegamos ya no estaba. Lo teníamos en el quinto piso, como de costumbre se quedaba en las noches”.
En esta misma zona una empresa desarrolladora de plazas comerciales logró ganar un juicio en los tribunales, por lo que pudieran realizar la Plaza Galerías, sin embargo se sabe que hay otros juicios de otra empresas comerciales que no han podido construir, hasta que se determine la propiedad del inmueble.
Los ejidatarios de Atizapán dentro de sus reclamos con base en un documento que data de la época Virreinal, también aseguran ser propietarios del inmueble que ocupa el Palacio Municipal, parte de Zona Esmeralda y el Aeropuerto Jorge Jiménez Cantú.
El proyecto del Tecnopolo Esmeralda se encuentra en la parte alta de la localidad México Nuevo, adjunto al paraje AZ, donde se encuentra hoy la Plaza Galerías Atizapán, y desde esa zona se aprecia gran parte del territorio municipal.