En 29 años, el colegio Eureka se volvió un segundo hogar para familias enteras de Valle Dorado, Arboledas y Los Pirules, en el municipio mexiquense de Tlalnepantla. Hasta el viernes 8 de julio, cuando los sellos fluorescentes bloquearon las aulas, dejándolos como una mala calificación para el instituto, luego de que fuera presentada una denuncia por un presunto abuso sexual en la sala de cómputo.
“A mi niño lo violaron, desgraciadas, es un violador”, gritó una y otra vez Dolores entre desesperación, impotencia y agresiones en contra de un grupo de padres, profesores y ex alumnos, que, este martes, protestaron en las inmediaciones del plantel, que fue clausurado por el ayuntamiento bajo el argumento de incumplir el reglamento de construcción, dejando en el desempleo a una decena de profesores y a 150 alumnos sin los exámenes parciales.
El rostro de esta abuela refleja la rabia y el dolor que causa el enterarse del caso, el segundo que se registra en Tlalnepantla en el mismo mes. Mariano (nombre ficticio), de 5 años, habría sido supuestamente ultrajado por un profesor entre las 13:00 y 14:00 horas del 2 de mayo dentro del único salón que no contaba con cámaras de videovigilancia.
Dolores hace responsable a la escuela, a su directora, y promete mantener cerrado el colegio.
El “profe Armando” es amante de la música de Los Beatles y de la espiritualidad; también se le ubica en la zona como profesor del colegio Copán y tenía apenas un año laborando en el Eureka con clases solo dos días a la semana.
Fue detenido en la puerta de su casa el día 8 de junio, y desde entonces, se mantiene incomunicado en el penal de Barrientos por supuestamente haber tocado al menor, acusación a la que —de acuerdo con autoridades municipales— se le podrían estar sumando cuatro casos más en el segundo grado de preescolar.
Judith Reséndiz es dueña y directora. No defiende al profesor, pero tampoco lo incrimina, pues apenas lo conocía; “vivía solo”, dice. Ella no se esconde de las autoridades y ofrece cooperar con ellas. Incluso acudió de manera voluntaria a rendir su declaración. De quienes sí se oculta es de las amenazas que no han dejado de saturar su teléfono:
“Jamás me puedo esconder de algo que nosotros no sabíamos que había sucedido, y que jamás fuimos informados”, refiere en entrevista.
Pero, en este caso, comienzan ya a verse elementos contradictorios que estarían incorporados en la carpeta de investigación a la que MILENIO tuvo acceso, y dejan ver un caso complejo para ambas partes.
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Si bien los hechos se remiten al 2 de mayo, aparentemente el profesor no habría acudido a la escuela, pues se encontraba enfermo, hecho que estaría respaldado con recetas del IMSS y de médicos particulares, así como mensajes publicados en los chats de los profesores enviados ese mismo día:
“Misses, les aviso que el día de hoy no habrá clases de computación”, se puede leer en el mensaje enviado a las 08:15 horas.
Entre las declaraciones ofrecidas ante el Ministerio Público, la madre de Mariano aseguró que, al bañarlo, el día 16 de mayo, “tenía en su pene granitos”, aunque después de una inspección andrológica y proctológica, realizada hasta el 4 de junio, se descartaron lesiones; mientras que en las pruebas psicológicas —de Kopitz y el Test de Cat— sí se advierte que el profesor tenía “un relación sexual abusiva” con el niño.
—Cuando te toca así tu maestro, ¿qué te dice?—.
"Que no me tocó, que me tocó otro maestro, él es mentiroso".
—¿En dónde?—.
"En su salón".
—Cuando te toca, ¿lo hace por encima de la ropa?—.
"Por encima", refiere parte de la entrevista realizada al menor.
Aunque, de acuerdo con la misma directora del colegio, “sus clases son con puerta abierta y el salón está a un lado de mi oficina”.
El 5 de junio (según la misma directora Judith) fue la fecha en la que se enteró de la detención del profesor a través de redes sociales. Un día después, escribió a las autoridades educativas del Estado de México para notificar del hecho, y fue hasta el día 7 cuando convocó a una junta de padres para dar a conocer la situación, lo que derivó en la exigencia de un grupo de cerrar el colegio y que se le señalara de solapar la conducta.
La respuesta inmediata se dio el viernes 8 de junio, en pleno horario escolar, cuando los padres del menor, junto con otros tres más —señalados como activistas y golpeadores de Atizapán de Zaragoza— lanzaron insultos, palos y piedras, a los profesores y al inmueble, lo que -aseguran padres de familia- no son las formas.
“Es algo indignante obviamente, si le llega a pasar a algún hijo, todos vamos a estar ahí de inmediato, no es algo que vamos a dejar pasar, Pero yo no me espero dos meses y aparte no agredo a los demás niños como sucedió el viernes”, dice Lizeth, quien tiene un menor en el colegio.
Alma, madre de otro menor, también se suma a la defensa del colegio, pero no del profesor.
“Las autoridades tienen que voltear a ver de este lado porque también tienen derecho, porque también nuestros menores tienen derechos”.
El mismo apoyo se vio este martes en las banquetas de Valle Dorado, para la comunidad Eureka y para la 'Miss Judith', que concluyó con una manifestación pacífica sobre Avenida de los Jinetes, con pancartas elaboradas por los alumnos del plantel.
“Eureka ha sido una casa para todos, tanto que hay chicos que le piden a los papitos, le dicen: 'Papito, quédate otro ratito más', 'Ya quiero que sea mañana, me gusta estar aquí'”, advierte para Claudia Flores, profesora de preescolar.
Mientras que la defensa pública del profesor llegó desde los ex alumnos que lanzaron publicaciones en redes sociales con sorpresivos comentarios y expresiones de afecto, algunos otros, alumnos y ex alumnos, comenzaron una colecta para apoyarlo en los gastos jurídicos.
Será el próximo 15 de julio cuando se realice la audiencia para determinar la culpabilidad del profesor en el caso, y si es que se le imputan otros delitos, en medio de una exigencia de justicia para Mariano y la reapertura o el cierre del plantel.
EHR