El Fondo para la Atención de Desastres y Siniestros Ambientales y los Fideicomisos estatales también están en posibilidad de desaparecer en el Estado de México por la opacidad en la que están sumidos, advirtió el presidente de la comisión de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Max Correa Hernández.
Al igual que a nivel nacional, dijo, estas partidas deben revisarse y sustituirlas por programas transparentes, que se puedan auditar, rastrear y garantizar que tienen una utilidad porque en el caso mexiquense no hay información del Fondo de Desastres naturales (Fonden), ni del estatal , o donaciones para la reconstrucción del sismo del 2017.
En entrevista para MILENIO Estado de México, el legislador puntualizó que, de concretarse, la entidad no se verá afectada, “por el contrario se va a sustituir por programas eficientes, en áreas donde podrá entrar la Auditoría Superior de la Federación”.
Dijo que ahora el dinero estará visible y los desastres “no serán un negocio”, habrá rendición de cuentas y se dejará lo que sea útil. En este caso si se necesita, sobre todo en una entidad como la mexiquense, donde hay riesgos de todo tipo y continuamente desastres naturales y antropogénicos.
El fondo mexiquense fue creado en 2010 y desde entonces la postura del Congreso es aumentar los recursos presupuestales etiquetados cada año con la consigna de fortalecerlo y garantizar la rendición de cuentas y la transparencia porque resulta que operó durante siete años, sin reglas de operación y a la fecha nadie tiene detalles de su implementación.
Recursos sin auditorías
Desde 2010, el Estado de México cuenta con el Fondo para la Atención de Desastres y Siniestros Ambientales o Antropogénicos sin que se conozca su destino preciso, y sin haber sido auditado.
En el año de su creación fue de 75 millones de pesos, pero en el 2011 aumentó a 150 millones y en los cinco años posteriores, cada año contó con 200 millones de pesos. Fue hasta el 2017 que incrementó a 222 millones.
En 2018 la bolsa se fue hasta los 500 millones de pesos, de los cuales 60 por ciento debía destinarse para acciones de prevención y equipamiento de acuerdo con las reglas de operación del Fondo y destinarse a la implementación total o parcial del Sistema de Alertas Tempranas y Emergencias del Estado de México.
Para 2019 el monto se redujo a únicamente 100 millones de pesos, una cifra similar a la de su nacimiento y los recursos deberán ser usados para atender a la población afectada y a los daños causados a la infraestructura pública estatal por desastres naturales y para acciones de prevención y mitigación.
Este 2020 la cifra es igual a la del año pasado, de 100 millones de pesos. Con esos recursos la Coordinación General de Protección Civil debe dar cumplimiento a la ley y en caso de existir un remanente se destinará para atender a la población afectada y a los daños causados a la infraestructura pública estatal por la ocurrencia de desastres y siniestros diversos.
MMCF