El grupo parlamentario de Morena y el equipo de la virtual gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, ya preparan la reestructura del gobierno central para adelgazar el aparato administrativo, bajar salarios, dar de baja a la estructura política y hacer más funcional a la administración: con austeridad, eficiencia y eficacia, planteó el coordinador del grupo, Maurilio Hernández González.
En entrevista con MILENIO Estado de México, el coordinador de la bancada de Morena habló del papel que jugará el Legislativo y en especial esta fracción, en el nuevo gobierno, el ajuste de los números legislativos, las primeras acciones, los cambios que se necesitan en el gobierno central y la capacidad para generar acuerdos en esta nueva etapa que vivirá la entidad, luego de 96 años de gobiernos priístas.
Grupo parlamentario tras el cambio
En principio, el grupo parlamentario de Morena deja de ser oposición al Poder Ejecutivo, luego de casi tres legislaturas jugando un papel de oposición con un proyecto de nación claramente diseñado. Vamos a hacer un grupo de coadyuvancia para poder potenciar los proyectos de la 4T, en el que todos tenemos coincidencia.
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¿Tienen los números legislativos para sacar acuerdos?
Los números nos obligan a tener que construir grandes acuerdos, con un parlamento en el cual se pueda debatir y construir mejores determinaciones; ahora con mayor razón para garantizar la transformación. La maestra viene con el propósito y el compromiso de hacer más eficiente y efectivo al gobierno, lo cual pasa por un ajuste legislativo, mejores leyes, más modernas, eficientes y con mejores resultados.
Tenemos el compromiso de recibir iniciativas del Ejecutivo y ellos de hacer uso de la figura jurídica de iniciativas preferentes, pero nosotros no vamos a dejar de legislar, aquí es donde está la función primigenia.
Seguramente las primeras iniciativas serán a partir del diagnóstico de la administración y eso va a implicar muchos cambios legales, para los cuales necesitaremos mayoría simple y en otros, mayoría calificada.
Actualmente somos 29 diputados de Morena, tres aliados del PT y con la elección se acordó sumar a las dos diputadas del PVEM y los dos independientes, con quienes somos 36 y tenemos mayoría simple, pero no calificada.
Estaré platicando con los demás coordinadores, lo digo abiertamente, buscaré a los diputados de MC para tener una alianza legislativa; vamos a buscar también al PRD, porque es de sabios corregir.
Creemos que tenemos más coincidencias que nos acercan que las que nos alejan, pero tampoco vamos a dejar de platicar con el PRI y el PAN, que también tienen temas que les interesa sacar. Va a ser un trabajo muy intenso.
Haré el trabajo que me corresponde para ir construyendo acuerdos mayoritarios, amplios con el propósito no solamente de sacarlos en el marco de la legalidad sino también darles la legitimidad.
Creo que entre el PRI y el PAN tendrán que resolver sus diferendos y no tendría ningún problema para poder construir acuerdos con ellos, siempre y cuando vayan en un sentido de progreso, con temas donde nunca podremos caminar juntos; eso se respetará. Nosotros no llegamos a hacer la guerra, sino política.
¿Seguirá al frente del grupo parlamentario?
Yo estaré aquí al frente del grupo hasta que concluyamos con nuestra responsabilidad. Pudiera haber algún tipo de invitación, no sé, no la he recibido, ni la he buscado, ni tampoco la espero; yo tengo muy claro el lugar en el que estoy y la responsabilidad que implica para abonar.
Acabo de tener una reunión con el grupo y les comenté sobre la importancia del momento en el que vivimos y sobre todo la responsabilidad, donde todos debemos cumplir nuestro papel. Podrá haber algunas invitaciones para que alguien de aquí vaya al gabinete, se tiene claro.
Tenemos una agenda anual en la cual se trabaja, pero se habrá de trabajar en otros temas más y si hay necesidad de convocar un periodo extraordinario para algunas reformas en agosto lo estaremos haciendo, para darle a la maestra un marco jurídico que no vaya a frenar el cambio.
¿Adelgazar el aparato?
Eso ya le corresponderá a quienes estén encargados de hacer el estudio de la reingeniería, pero partimos de la existencia de 19 Secretarías y dos mil 200 unidades administrativas que se debe revisar porque en un primer saque se observa mucha duplicidad de funciones por la creación de espacios para responder a favores políticos para controlar todo.
Hay que adelgazar la burocracia política, dejar estrictamente lo necesario y evitar una administración obesa y si eso requiere de funciones, reducciones o cambios se va a hacer. Ya se han tenido sólo 12 y hasta 22 secretarías y para el 16 de septiembre debe haber ya un nuevo esquema de organización administrativa.
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¿Esto significa despidos masivos, bajas generalizadas de salario?
La maestra dijo en campaña que sólo los altos mandos tendrán una revisión de sus salarios para hacer ahorros. De entrada, sólo se piensa en cortar a la burocracia política, no a los trabajadores administrativos de base, desde luego que en el ajuste van a surgir muchísimos que no tienen por qué seguir cobrando porque no están trabajando.
Lo que no se va a tocar ni se debe tocar, ya ni siquiera porque la ley lo prohíbe, sino simplemente por un principio de solidaridad es con los trabajadores sindicalizados y no sindicalizados, pero si se tendría que ser muy estricto, sanear todo, recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones a partir de que realmente se pongan al servicio de sus necesidades.
Sabemos que la descomposición ética ha provocado mafias y a veces es muy difícil romper con esas redes de complicidades, pero se tiene que empezar y el nuevo presupuesto, para el 2024, tendrá que ser ajustado a estas nuevas prioridades.
VRM