Los municipios del Estado de México se encuentran en “crisis financiera” por la caída de ingresos, el cúmulo de obligaciones que tienen por la deuda que arrastran desde hace varias administraciones y las necesidades para operar y brindar servicios a más de 16.5 millones de habitantes.
En general han bajado las participaciones y aportaciones que les entregan los gobiernos federal y estatal, además de que los niveles de recaudación han caído por los problemas económicos que enfrentan miles de familias sin ingresos desde marzo por la contingencia sanitaria.
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En entrevista, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Maurilio Hernández González, reconoció que la situación actual de los municipios no es la mejor y podría empeorar en los siguientes meses por los estragos que está causando la pandemia en todo el país.
Esto ha llevado a varios ayuntamientos a pedir al congreso local autorización para contratar nuevas deudas, reestructurar las que ya tienen y a pedir prórrogas para el cumplimiento de cuotas al ISSEMyM, además de retrasar los pagos a proveedores, la Comisión Federal de Electricidad y las comisiones del Agua.
Hasta el momento, dijo, son 40 municipios los que están pidiendo más tiempo al ISSEMyM para pagar y ponerse al corriente y ya hay varias solicitudes de endeudamiento que los diputados locales van a revisar para determinar si es viable y darles holgura para afrontar este 2020.
El legislador indicó que la situación es igual tanto para municipios grandes, medianos o pequeños, rurales o urbanos, de diversas filiaciones políticas, por lo cual habrá que revisar su situación para darles viabilidad financiera y no se afecten los servicios básicos que prestan, pero sin afectar a otros organismos que tampoco están en la mejor situación financiera.
Entre ellos está el caso del ISSEMyM que depende de los pagos de cuotas para poder funcionar. Sin embargo, los municipios quieren un periodo de gracia para pagar las cuotas y mientras tanto dedicar sus ingresos a atender otras demandas de los habitantes que resultan improrrogables,
“Nos preguntamos de dónde el ayuntamiento va a poder cumplir con sus compromisos de gobierno si también sus contribuciones se han reducido al mínimo, y se les ha estado reduciendo las aportaciones tanto federales como estatales. Es un círculo vicioso que tendremos que estar atendiendo” indicó Maurilio Hernández.
Los informes que tiene el Poder Legislativo es que las participaciones y aportaciones han disminuido en 20 mil millones de pesos en todo el país, afectando a la inmensa mayoría de los municipios que resiente los recortes de los ramos 28 y 36, aunado a que no llegan recursos propios por la pérdida de empleos, el cierre de negocios y empresas.
Entre los municipios que están pidiendo nueva deuda o reestructura están Tlalnepantla y Atizapán de Zaragoza, entre otros que se revisarán con mucho cuidado para que todo sea dentro del marco legal y realmente tengan capacidad para aumentar sus débitos sin poner en riesgo sus finanzas a corto, mediano y largo plazo.
MMCF