Con capacidad para realizar hasta 20 mil pruebas al mes, comenzó a funcionar el Centro Integral de Evaluación en el Campo 1-A, con el que el Ejército, la Fuerza Aérea, y ahora la Guardia Nacional ya evalúan a todo el personal que busque algún tipo de ascenso.
Todos los uniformados verdes, azules y grises, desde los niveles más altos hasta el nivel Soldado o Guardia, están obligados a pasar por este centro para obtener alguna promoción o participar en algún concurso para una beca o cargo, dentro o fuera de México, y según explica el Teniente Coronel, Sandi Hernández, Jefe del Centro Integral de Evaluación, se trata de una instalación “necesaria” para que el personal armado pueda ser examinado de manera integral.
Hasta el mes pasado, las pruebas eran realizadas en instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina-Armada de México, así como de la otrora Policía Federal; pero las instalaciones se encontraban rebasadas, al no reunir con las características óptimas para las evaluaciones médicas y físicas.
“Era necesario la construcción de un Centro Integral a efecto de integrar en un solo lugar la evaluación de aptitud profesional, evaluación médica, y evaluación de capacidad física”, dice en entrevista el Jefe del Centro Integral.
Las instalaciones, diseñadas por ingenieros militares, y que comenzaron a operar apenas el mes pasado, cuentan con tecnología para contrarrestar el impacto ambiental, vigilancia permanente para evitar que existan trampas o errores en los exámenes de conocimiento, así como con personal formado para solventar las necesidades para realizar las evaluaciones.
“Se pensó también en el daño al ambiente, se emplearon tecnologías ecológicas como celdas solares para calentar el agua de la alberca, y también para la iluminación”.
En cuanto al personal, agregó, “tenemos de todas las especialidades para la evaluación; tenemos cardiólogos, otorrinolaringólogos, personal de oftalmología, igual ingenieros que automatizan los procesos, entre muchos más”.
En este flamante centro, el personal concursante debe realizar exámenes teóricos, que varían dependiendo de los perfiles profesionales, la jerarquía o la especialidad, y entre las pruebas se incluyen apartados sobre Legislación Militar, Operaciones Militares y Derechos Humanos.
Para las evaluaciones médicas, se cuenta con equipo especializado y consultorios de urología, audiometría, cardiología, oftalmología, ginecología, odontología, otorrinolaringología para determinar con exactitud el estado de salud de los uniformados, de acuerdo con el Teniente Coronel, Ricardo García, Jefe del Subcentro de Evaluación Médica.
“Por aquí tiene que pasar todo ese personal que desee recalcificarse, una promoción, el ascenso, tienen que pasar en evaluación médica”, añade.
Con medidas oficiales donde medimos capacidades de resistencia.
Las pruebas forman parte de la profesionalización en la escala jerárquica a la que todo personal armado está obligado a cursar, con el fin de contar con militares mejor preparados para el cumplimiento de sus misiones.
ledz